“San Martín de los Andes se vive en colores”, suelen jactarse los vecinos. Rojos intensos, naranjas, ocres, diversidad de verdes y delicados amarillos, se fusionan armoniosamente a lo largo del otoño en todos los bosque.
Durante los meses de temporada baja la villa cordillerana ofrece diversas propuestas que van desde los clásicos circuitos y recorridos lacustres por el Lago Lacar, hasta diferentes actividades de aventura como mountain bike, canopy, trekking y cabalgatas.
Para empezar un fin de semana intenso se puede visitar el Mirador Arrayán; ubicado en lo alto del cerro Comandante Díaz es un balcón natural con espectaculares vistas al lago Lacar y a la ciudad.
Para las familias que viajen con niños, lo ideal es montarse en un viejo bus londinense, que parte en horarios programados de la plaza San Martín, y que recorre cansinamente los puntos y miradores más importantes de la localidad. Para los amantes del trekking, es posible llegar caminando a diversos lugares emblemáticos como el mirador Bandurria y La Islita. Eso sí, hay que llevar ropa de abrigo, calzado cómodo y una buena reserva de agua mineral.
En las casi dos o tres horas que puede durar la caminata, se pueden observar, algunas de las playas más lindas que conforma el lago Lácar, el cordón montañoso de Chapelco y una vista desde un ángulo diferente del centro cívico de la ciudad.
Otra de los atractivos es la excursión lacustre a Quila Quina, una de las playas más hermosas que tiene la ciudad. La travesía dura apenas media hora y conduce a uno de los paisajes más increíbles de la región. Las salidas no se suspenden por lluvia y se realizan durante todo el año.