Más de 10.000 pingüinos fueron descubiertos en diciembre 2008 en La Pastosa, un pequeño islote perteneciente a la Reserva Provincial Islote Lobos, ubicado a 70 kms. al sur de Las Grutas.

Río Negro ostenta cuatro pingüineras, lo cual ahorra al turista que visita esta provincia unos 1.000 kms –entre ida y vuelta- en lugar de ir a Punta Tombo.

El recorrido se inicia a las 8 de la mañana en un moderno autobús con aire acondicionado y desayuno abordo. El circuito toma rumbo sur por la Ruta Nacional 3 visitando Sierra Grande, sede de la mina de hierro mas grande la Argentina. Entre historias del desierto y los ferrocarriles, el acceso al campo colindante con la reserva se hace ameno hasta alcanzar la huella que nos permitirá acceder a La Pastosa cuando la marea está baja.
Mientras tanto, el fuego ya está prendido en el Casco de Estancia y un rico cordero al asador nos esperará a nuestro regreso.

La playa y el espartillar permiten adivinar que un poco mas cerca de la costa una ballena dejo sus huesos como reliquia, pero esto no detiene al grupo que no supera los 20 turistas bien adiestrados a la hora de pensar en la protección y el cuidado de uno de los lugares mas remotos y vírgenes del planeta.

La isla no muestra más que la botánica que vemos desde la costa. Pero apenas “damos la vuelta” y de cara al Atlántico, aparecen miles y miles de pingüinos, los nidos y los pichones, y fluyen así las emociones, las fotografías y los videos. Las rocas todavía mojadas por la última marea brillan bajo el sol y la mirada curiosa de unos 500 lobos marinos -que acompañan esta colonia- observan el paso sigiloso del grupo, que después de contemplar en silencio este premio magno propiciado por la naturaleza, emprenden el regreso con una exquisita recompensa que espera en tierra firme, apenas termine la playa.

Agua y gaseosas bien frescas, hielo, una ligera entrada, ensaladas, pan casero y el cordero, son una buena compañía junto al fogón donde la vida de campo se alterna con historias de gauchos de la Patagonia y guitarreada forjada a punta del buen vino que nunca falta entre los que ya se hicieron amigos.

La vuelta a Las Grutas se pauta para la tarde, después del café y algo dulce, mientras la mayoría chequea la calidad de las fotos que mostrará a no pocos amigos y familiares, apenas terminen las vacaciones.

Más info: http://www.deserttracks.com.ar/