“En Bovril, los gurises son los protagonistas. Cada Noviembre que llega, trae más magia. Las calles se visten disfrazando el paisaje y el cielo se pinta de mil colores para dibujar en nuestros gurises una sonrisa gigante. Los juegos se multiplican y la imaginación vuela a lo más alto. En la espera ansiosa de tres días inolvidables!”, afirman desde la Dirección de Turismo de la Municipalidad.