A través de una charla debate y un video conmemorativo compartido con alumnos de colegios secundarios, se recordó a los 10 estudiantes de la ciudad de La Plata, quienes fueron secuestrados por la última dictadura cívico militar en lo que se conoció como La Noche de los Lápices. Los jóvenes eran estudiantes secundarios que luchaban por un boleto estudiantil más barato.
El debate fue encabezado por el jefe Gabinete, Ricardo Escobar, el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta y el historiador Pablo Camogli, en el salón de la Vía Cultural.
Actualmente, según los registros del ministerio de Derechos Humanos de la Nación, hay dos mil jóvenes adolescentes desaparecidos en la Argentina por los secuestros de la dictadura. La mayoría de ellos, en aquel momento, se encontraba transitando el colegio secundario. “Esto marcó lo que significó la represión de la dictadura”, expresó Escobar.
“En homenaje a toda aquella generación que creyó y lucho por un ideal, debemos defender la democracia como medio de vida porque es lo único que nos va a garantizar continuar creciendo”, remarcó el Jefe de Gabinete, y al mismo tiempo llamó a los jóvenes a participar e involucrase en acciones sociales y a “proteger” a la democracia para poder progresar y evolucionar como sociedad.
Por su parte, Soria Vieta convocó a los estudiantes a “luchar por los derechos logrados ya que nadie se los regaló, se consiguieron con militancia y mucho esfuerzo”.
Asimismo resaltó que “esto sirve si distinguimos la bandera de la libertad, de la igualdad y de la democracia, plantando la bandera del nunca más el terrorismo de estado en nuestra patria”, cerró el titular de la cartera de Derechos Humanos.
Finalmente, Pablo Camogli, realizó una rápida introducción en lo que consistió la Noche de los Lápices. “Consideraban que los estudiantes eran subversivos y se habían politizado, para contrarrestar estas acciones se les aplicó un castigo ejemplificador a aquellos que se habían rebelado contra el sistema”, explicó.
Seguidamente, contó que los militares perseguían a estudiantes porque estos acompañaban las luchas de los trabajadores. “A los jóvenes no solamente los llevaron por la lucha del boleto estudiantil, sino que los chicos tenían capacidad de liderazgo”, detalló Camogli.