Andes Líneas Aéreas celebra su séptimo aniversario desde aquel primer vuelo el 20 de junio de 2006 en el que lanzó oficialmente sus servicios de pasajeros en el país uniendo a Salta con Buenos Aires.
Actualmente la flota está compuesta por cuatro aeronaves MD y trabajan 200 personas operando servicios regulares con altos estándares de cumplimiento de vuelos programados y de horario.
El proyecto comenzó a estructurarse en el 2004, cuando un grupo de profesionales del sector pensó en desarrollar un proyecto y participar de la Audiencia Pública que finalmente tuvo lugar en diciembre de 2005.
“El contexto general era el de una Aerolíneas Argentinas /Austral en manos del grupo Marsans y el reciente ingreso de LAN al mercado argentino. Siete años después además de las activas a ese momento, solo Andes Líneas Aéreas y Sol Líneas Aéreas se encuentran en operación regular y habiendo alcanzado un nivel de calidad operativa destacado” remarcó Héctor Bonafert, Presidente de la compañía.
“La determinación de la gente que compone Andes ha hecho que llegar hasta estos días sea un hecho totalmente destacable. El marco general ha sido de dificultades. En esta situación adquiere mayor relevancia que una pequeña empresa argentina formada por argentinos con una gran experiencia en el sector y sin ninguna asistencia, trate de sobrevivir” agregó el ejecutivo.
“Las dificultades para el acceso a fuentes de financiación, la falta de un marco de protección, precios de combustibles más altos que el de las empresas más grandes, la falta de compensación de los créditos fiscales del IVA, etc. remarcan la fortaleza y determinación de la empresa”.
“Hoy, en el día en que llegamos a los siete años de operaciones, sentimos que hemos desarrollado un papel de trascendencia en las provincias de Salta, Jujuy, Chubút, Córdoba y Misiones actuando como un elemento de políticas activas y pudiendo ver el resultado que culmino en un incremento del tráfico y de las frecuencias. Esto nos produce la satisfacción de haber cumplido con las expectativas de las diferentes comunidades pero a la vez notamos una gran pena cuando el esfuerzo realizado no pudo ser sostenido ante el avance de las aerolíneas mayores”.
“Mantenemos intactas, como en el primer día en que empezamos a bosquejar ese futuro, nuestra voluntad, nuestra vocación, nuestro empuje y nuestra convicción de que en el medio aéreo hay espacio para las iniciativas pequeñas y que no necesariamente deban ser multinacionales, filiales de líneas aéreas internacionales o empresa del estado” cerró Bonafert.