Se trata de Guillermina Cabral, oriunda del oeste profundo de la provincia de La Pampa. Es la primera artesana tejedora que recibe el premio trayectoria del Fondo Nacional de las Artes en artesanías.
La distinción le fue otorgada en la ciudad de Buenos Aires donde estuvieron presentes el ministro de Cultura, Tristán Bauer, la presidenta del Fondo Nacional de las Artes, Diana Saiegh, la directora del Mercado Artesanal, Andrea Pombar, y el director de la Casa de La Pampa en Buenos Aires, Pablo Rubio.
Artesana de nacimiento, en su niñez en Emilio Mitre, descubrió que lo que encandilaba su curiosa mirada se llamaba matra, matrón, camino, poncho, media manta, alforja, alfombra y tantas piezas más. Sin dudas la calidez estaba grabada en el legado de sus mayores y ella supo expresarla continuando el oficio de su madre, Beneranda.
A los 19 se mudó a su lugar en el mundo, desde donde saluda cuando alguien llega a sus pagos con un afinado “Bienvenido a Victorica”.
Guillermina es una mujer sencilla que trabaja de sol a sol y en esa tarde fantástica armó su stand y trabajó a la vista de todos en el Paseo de artesanos con su nombre en la localidad de Victorica, -merecido y tallado en la memoria de quienes conocen su obra y su bonhomía. Es una ciudadana de la cultura que teje y con su alquimia eleva su arte a la máxima expresión.
Una artesana con mayúscula, que maravilló con sus ponchos en diferentes exposiciones, en las vidrieras del Mercado Artesanal, esa artesana ejemplo, la de los mil premios, la del poncho en Londres, la de voz suavecita ha sido galardonada con el Premio Trayectoria del Fondo Nacional de Las Artes 2021 en artesanías.