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Avistaje de Ballena Franca Austral en Península Valdés, por siempre una experiencia única e inolvidable

Avistaje de la Ballena Franca Austral en Península Valdés, por siempre una experiencia única e inolvidable.

Por Ricardo Seronero desde Puerto Madryn, Chubut.
La Reserva Natural Península Valdés, declarada en 1999 “Patrimonio de la Humanidad”, es uno de los hábitat privilegiados para la reproducción de la ballena franca austral.

Ver a la Ballena es una experiencia única. Contemplar como se acercan sin temor a las embarcaciones e interactuar con ellas es inolvidable. Pero también aprender a respetar los tiempos de los enormes mamíferos para acercarse, contemplarlas en silencio, y saber esperar el acercamiento o las acrobacias son momentos necesarios e imprescindibles en la excursión.

Las ballenas llegan a mediados de mayo y permanecen hasta mediados de diciembre. Entre mayo y agosto se pueden observar grupos de apareamiento y animales juveniles muy sociables con las embarcaciones. A partir de septiembre se observan madres con crías.
El avistaje embarcado.
Desde Puerto Pirámides, una aldea turística de características llamativas por su condición insular, se accede a los barcos o gomones que en unos escasos minutos acercarán hasta las colosales ballenas.

Es mediado de julio, pero el paisaje de la Península se muestra fantástico, con sol radiante y sin viento, un estado ideal para navegar y avistar las ballenas; las estrellas de cada temporada, y que a esta altura del año; ya impresionan tanto por número como por tamaño.

Apenas unos minutos después de haber zarpado de la playa en Península Valdés, en la embarcación La Mimosa III (equipada con comodidades para el pasajero, motores ecológicos e instrumental óptimo para el avistaje) de Tito Bottazzi, una empresa familiar concebida a principios de 1980, fundada por Tito Bottazzi y Teresa Kaminski; tras una gran maniobra del capitán la embarcación, a pocos metros podemos divisar las primeras ballenas que sin inmutarse siguen cortejándose, cuidando a sus crías y apareándose en las aguas quietas y transparentes del golfo Nuevo.

Durante el avistaje, todos los embarcados queremos obtener la mejor foto de la ballena; de la cola, de los saltos, de los soplidos que provocan un sonido muy particular o una muy conmovedora que es la gran foto pasando bajo la embarcación; pero lo más importante, sin duda, es disfrutar del espectáculo en un lugar único, porqué se trata de visitar a las ballenas en su hábitat, de interactuar con ellas.  “Hay que vivir y disfrutar el momento a pleno” dice la guia Romina Bottazzi.
Por Aquí y por allá, las ballenas saltan y pronto aprendemos a reconocer que generalmente después de un salto llega otro y otro, y que son saltos en línea. Salvo los ballenatos, que juguetones como cualquier cachorro sorprenden saltando en cualquier dirección; pero también, y de repente; al ser tan curiosos, se acerquen mucho, muchisimo a la embarcación, pasando una y mil veces por debajo de nosotros, nadando de costado, panza arriba, mostrando el ojo, con toda la desfachatez de su juventud. Es un espectáculo sin igual.

Además en el avistamiento, más de una vez las ballenas se sumergen y dejan afuera la clásica cola, que a veces golpean con fuerza sobre el agua, tal vez para comunicarse; tal vez para alejar a las molestas gaviotas.

La población de ballenas.
Las ballenas siguen llegando cada vez más, cada año a las costas de Chubut en busca de aguas tranquilas para aparearse y cuidar a sus ballenatos en los primeros y críticos instantes de vida de las crías, cuando deben aprender a respirar por sí solas.

Probablemente porque los avistamientos, aunque tienen un pequeño impacto, están cuidadosamente regulados: cuando las ballenas no muestran interés o no interactúan, la embarcación se aleja. Y además sólo hay seis embarcaciones simultáneamente en el agua, uno por cada empresa de avistamientos habilitada.

¿Y como es una ballena?. Su cuerpo es curvado, de color negro o grisáceo oscuro y con manchas irregulares de color blanco en la superficie ventral. Otra característica distintiva de esta especie son sus aletas pectorales anchas y cortas; no posee aletas dorsales, ni pliegues en la panza. La cabeza es redondeada y mide un tercio del largo del cuerpo.
Tiene dos orificios respiratorios, por lo cual al expulsar el aire, se ve la típica nube en forma de «V» que puede alcanzar los 4m de altura.
Mide aproximadamente 15m y pesa entre 40 a 60 toneladas. Su distribución es exclusiva del hemisferio sur, entre los paralelos 20° y 64°.

Avistaje costero.
Es un secreto a voces que no es imprescindible embarcarse para ver ballenas en Puerto Madryn. Los visitantes saben que con solo abrir las ventanas del hotel en Puerto Madryn y mirar hacia el mar puede ver grandes siluetas emergiendo de la superficie del agua; también es posible caminar por la playa o por el muelle céntrico de la ciudad para verlas con facilidad a escasos metros.

Pero el mejor lugar para la observación de la costa es, indiscutiblemente, la playa del Doradillo, a 17 kilómetros del centro de la ciudad turística.
Las ballenas se concentran en el Doradillo porque estas playas tienen una caída muy abrupta, de modo que hay mucha profundidad incluso cerca de la orilla. Es el lugar que eligen para aparearse y dar a luz. El mejor momento para verlas es cuando hay marea alta, ya que es cuando se las divisa más cercanas a la costa.

Antes de bajar a la playa, hacemos una parada en el Observatorio de Ballenas Franca Punta Flecha que invita a conocer algo más sobre estos cetáceos que brindan su involuntario espectáculo pocos metros más abajo.

El Doradillo está incluido dentro de los límites del Área Natural Protegida Península Valdés, Patrimonio de la Humanidad, lo que sirve de marco para seguir avanzando en el camino de la conservación de la especie en la zona.

Prepará el mate y te cuento los datos útiles.
Aerolíneas Argentinas vuela a Trelew en 1h 45 min; www.aerolineas.com.ar
Andes vuela todos los días directo a Puerto Madryn, excepto los sábados y domingos.
www.andesonline.com

Técnica Patagónica de avistajes: Debido a sus características, esta actividad se ha desarrollado exclusivamente en estas latitudes del planeta, y ha dado una especialización profesional peculiar a quienes la realizan. A través de años de experiencia y de horas de trabajo con las ballenas, la técnica patagónica permite a los especialistas poder navegar y convivir con ellas.
El visitante tiene la posibilidad de hacer contacto y emocionarse con estos maravillosos seres de actitud sociable, noble y amigable hacia los humanos.
El avistaje dura aproximadamente una hora quince minutos (1:30 hs.) según la época del año, las condiciones climáticas y la cantidad de animales que se encuentren en la zona.
Podrá ver cómo las ballenas pasan por debajo de la embarcación y se acercan a distancias increíbles, permitiendo su visualización. El avistaje es completamente seguro por dos razones: estos mamíferos son extremadamente pacíficos y nuestras embarcaciones cuentan con los medios de seguridad adecuados.

Excursiones: Hay seis operadores habilitados en Puerto Pirámides, que operan distintos tipos de embarcaciones, desde semirrígidas hasta catamaranes. Hydrosport, Peke Sosa, Punta Ballena, Southern Spirit, Tito Bottazzi, y Whales Argentina.

Más Información: www.madryn.gov.ar/turismo
www.titobottazzi.com

Fotos: Ricardo Seronero/sentiargentina.com

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