Este consolidado destino, ha sabido posicionarse a lo largo de los años, llegando a conformar actualmente, uno de los escenarios más valorados para la pesca deportiva nacional. Durante todo el año llegan al lugar visitantes motivados por las sobresalientes características naturales de su entorno; de excepcional flora y fauna, y con una gran extensión de costas que otorgan múltiples posibilidades para el disfrute en familia de los distintos sitios que conforman la reserva natural.
Para los amantes de la pesca, se trata de un paraíso natural pues su condición insular presenta escenarios sumamente favorables, sin oleaje y mar de fondo, para la captura de una amplia variedad de especies.
Los sitios más concurridos de este pintoresco destino son la denominada ría, el muelle de pescadores, la Playa de Piedras y la de arena; lugares que ofrecen desde el mes de Agosto un excelente y abundante nivel de pesca, especialmente de ejemplares de pejerrey, tanto desde la costa como en las habituales excusiones y la pesca embarcado.
Arena y canto rodado se combinan en una extensión exquisita de playas que deslumbran la mirada de locales y foráneos, guiándola desde la orilla hacia la infinidad azul del océano. La costa linda, directamente con el mar abierto y el contorno marino, titubea entre el suave declive y los desafiantes médanos.
El Muelle de los Pescadores, construido totalmente a nuevo de madera e iluminado, es otro punto imperdible para los amantes del deporte.
La pesca del lenguado modalidad fly casting en las rías, preferentemente en inmediaciones al Muelle, es el punto de mayor concentración. Durante los cálidos meses del verano reúne a los aficionados de esta práctica que con paciencia y destreza logran atrapar ejemplares de significativo peso.
En los primeros días de mayo y hasta el mes de octubre, el fuerte de esta práctica se traslada a la playa de arena, más precisamente en la zona del Haras, donde con equipos de fondo y brazoladas largas se pueden obtener significativos pejerreyes panzones que superan el kilo de peso.
Un lugar alejado del ruido de la ciudad, conectado directamente con las bondades de la naturaleza, privilegiado por el silencio, destacado por la seguridad y tranquilidad, se encuentra preparado para el deleite de aquellos que buscan desconexión, renovadorse y descansar en familia.
La pesca deportiva embarcada asistida con guías especializados es uno de los grandes atributos y demandas de los miles de turistas y recreacioncitas que llegan al destino.
Con más de 45 prestadores habilitados para prestar este servicio, la pesca embarcada constituye uno de los principales atractivos de la isla. Desde semirrígidos hasta catamaranes el abanico de alternativas es, sin duda, muy amplio; tanto para el pescador como para la familia.
Existen diferentes alternativas según la época del año y las condiciones del clima, hecho que garantiza una experiencia a bordo inmejorable. La búsqueda de las especies más codiciadas, además de la pesca variada, corvina y tiburón con devolución son las salidas más codiciadas. Respecto a la carnada se pueden utilizar: anchoa, camarón, langostino, magrú, lisa, calamar.
Los guías, además, brindan un amplio servicio a los pescadores, desde el armado de las líneas, colocación de carnada y totalmente equipadas para disfrutar al máximo de la pesca. Por último, los mismos guías ofrecen como servicio tercerizado el fileteo de la pesca.
Un viaje al canal culebra.
La excursión al canal culebra es una de las salidas más codiciadas para los amantes de la aventura y la pesca de alto rendimiento. Desde el puerto local, y luego de una larga navegación de más de 50 kilómetros por las diferentes islas que forman la reserva, se llega a uno de los lugares más buscados por los pescadores más exigentes. Este sitio alejado y de una belleza natural insuperable, es conocido entre los locales por el tamaño de sus corvinas, las cuales superan generalmente los 6 y 7 kilos.
Las ostras y el cordero patagónico, un verdadero deleite gastronómico típico del lugar.
Fiel a su estilo, en San Blas la gastronomía marinera constituye otro de los grandes atractivos de la isla. La diversidad culinaria ofrece una revolución para los sentidos, teniendo como principal protagonista al producto más emblemático de la zona: las ostras. Este producto es ideal para el deleite de quienes gustan disfrutar de una cocina gourmet de excelencia.
Como no puede ser de otra manera, el sur bonaerense no deja afuera el tradicional cordero patagónico, el cual se ofrece en una amplia variedad de platos, desde cocciones a partir de infusiones con cervezas artesanales hasta el tradicional asador criollo.
Todos los servicios que necesitas, con múltiples y muy accesibles opciones.
Campings, cabañas, bungalows, hoteles, hosterías y cabañas son solo algunas de las alternativas que ofrece la isla para satisfacer las demandas del pescador y de su familia. Los espacios, pensados para satisfacer las exigencias de los visitantes, cuentan según cada caso con piletas (algunas climatizadas), estacionamientos, fogones, gimnasio, televisión, calefacción y lugares de esparcimiento.
Cómo llegar.
El acceso al destino se logra, en primera instancia, por la Ruta Nacional Nº 3 hasta el Km. 918; desde allí, tras recorrer unos 58 Km. por camino de ripio consolidado, se llega al puente de ingreso que separa la isla del continente.
Al ingresar al popularmente conocido «Paraíso del Pescador», el visitante se encuentra inmediatamente con un paisaje único, con una amplitud de servicios y de playas que se extienden desde la zona urbana hasta el Faro Segunda Barranca.