A pesar de las adversidades climáticas que sufrió la ciudad durante la primera semana de vacaciones, Bariloche logró reponerse rápidamente y terminó la temporada siendo el destino de invierno más elegido por los turistas argentinos y extranjeros, recibiendo más de 300.000 visitantes (un 8% más en relación al 2016).
Si bien la ocupación hotelera tuvo un promedio de 80% durante todo el invierno, hubo picos de hasta 95% en julio, mes en el que 111.480 viajeros visitaron la ciudad lacustre. En cuanto al movimiento económico, y según datos brindados por el Observatorio Turístico del Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de Río Negro, el gasto diario estimado fue de $2.142 por persona, promediando cuatro días de estadía. En total, el ingreso total a Bariloche fue de $955.160.640 durante la temporada.
Las mejoras en la conectividad aérea trajeron un 14% más de vuelos que en 2016, siendo acompañados por los novedosos vuelos directos de las aerolíneas Azul y Latam desde Campinas y San Pablo (razón por la cual llegaron a Bariloche más de 35.000 brasileros en la temporada, un 16% más que en el último invierno. «Hubo hasta 20 vuelos semanales a la ciudad y la oferta incrementó precios accesibles en hotelería, medios de elevación a los cerros y gastronomía para todos los presupuestos. La conectividad aérea tuvo un protagonismo remarcado para que la llegada de turistas sea tan positiva”, destacó Diego Piquín, Director Ejecutivo del EMPROTUR Bariloche.
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