18ª FIESTA NACIONAL DE LA PACHAMAMA DE LOS PUEBLOS ANDINOS.
Por Fabiana Chércoles enviada a San Antonio de los Cobres, Salta.
Me levante tempranísimo después de trasnochar, cosa que no aconsejo, y me duché. No solo para despejarme sino para recibir el día con todas las energías: Ese día tocaría el cielo con las manos. Luego de abrigarme muy bien seguida del consejo de Pío, capa por capa como una verdadera cebolla, desayuné liviano y nos dirigimos a la Estación de Trenes. Lleva un tiempito tramitar el ticket de arribo al tren, pero vale la pena todo y cada uno de los pasos a seguir, para vivir esta aventura. Puntualmente salió el Tren a las 7.05 aun de noche, por lo tanto ¡a dormir! Fue imposible para mí tratar de hacerlo, esperaba como una niña expectante, lo que sucedería. En los primeros trayectos nos dan la bienvenida y ponen un video donde los “Chalchas” lucen uno de sus recitales. Como un presagio lo vi a Facundo Saravia -días pasados entrevistado- junto a su padre, y sentí que me estaban deseando un “feliz viaje”. Mis compañeros dormían y yo observaba cada centímetro de ese Tren. El que hace mucho que no viaja en tren, como es mi caso, recordé mi infancia, camino a Mar del Plata; recordé mi primo Germán Sopeña, apasionado por los trenes…Para mi, el viaje, fue un camino de sensaciones.
Comienza a amanecer y ya se divisa el color rojizo reflejado en montañas. Cuando se habla del Norte, hay personas que pueden decir: “es todo lo mismo, el mismo color, muy monótono, hasta parece la misma montaña, y son muchas…” ¡Como pueden decir eso! ¡Como se pueden explicar que esa misma montaña que es rojiza, en una hora cambiará su color, sus lugares de sombra, y será otra en su apariencia! Por qué el ser humano a veces es tan ingrato, que al contemplar un cuadro de un paisaje destaca su belleza y al contemplar este cuadro natural, este paisaje norteño cambiante, majestuoso, no le transmite nada. ¡Estamos frente algo inigualable! El resto del mundo es capaz de viajar muchas horas en un avión para llegar a ver, lo que nosotros tenemos en nuestro país. Disfrutemos de lo que Dios nos ha dado.
El desayuno: un cafecito con facturas que a esa hora viene bien, como si me leyeran la mente gentilmente el personal lo sirve. Tras la ventanilla ya comienza a observarse las torres de las estufas para secar tabaco, y las distintas estaciones que se fueron dando para desarrollar esta actividad comercial. Va quedando atrás el Valle de Lerma y nos vamos acercando a la localidad de Campo Quijano, en la puerta de entrada a la Quebrada del Toro. Aquí podemos admirar la locomotora a vapor que se usó en Salta. La guía nos cuenta el por qué de la denominación “Tren a las Nubes”. No solo su nombre se debe a poder observar por debajo del tren, nubes, sobre todo a los 4.200 mts en la Polvorilla. Sino que además en tiempos que se usaba locomotora a vapor, el humo de su chimenea cubría todo el paisaje dando la sensación que estaba suspendido entre nubes. ¡Gracias que existe esta actividad “que me ha dado tanto” que es el Turismo!, que ha permitido recuperar de alguna forma, estos trenes que ya casi no escuchamos. El Ing Richard Maury, estaría contento si viera lo que admiramos esta gran obra ferroviaria.
El tren no para. La guía nos va indicando qué mirar y cuándo, nada es inesperado y nada te perdés, que no quiere decir, que no lo quieras repetir. Cada cruce de ferrocarril, nuestro amigo motorista da su silbido para avisar su presencia. Nos cruzamos con algún transeúnte y con unas camionetas 4X4 de la empresa, que durante todo el recorrido nos custodian, como así también nuestros queridos cardones.
En la estación El Alisal nos encontramos con el primer zig zag, a 1.800 msnm. Y aquí volvemos a recordar ¿cómo habrá echo Maury para realizar esta verdadera ingeniería? y el tren comienza a retroceder… es la forma que encontró el ingeniero para comenzar a ganar altura… Y hablando de ello, ya comenzamos a sentirla en nuestro cuerpo. A veces un leve dolor de cabeza, o agitación, nada que no lo combata unas hojas de coca… a el famoso “soroche”. La guía nos recuerda buscar las hojas que compramos en la estación en Salta, y nos indica cómo armar un pequeño rollito de 4 hojas y colocarlo entre el “cachete y los dientes”. Así de simple… esperar que mágicamente nuestra saliva comience a actuar. No es necesario ser un experto “coqueando”. Ella nos alienta que con solo trasladar de un cachete al otro, de vez en cuando, es suficiente. Cuando les hablé de sensaciones no me equivoqué esta es otra. ¡Qué suerte! la verdad no es lo mejor del viaje, pero para sentirse mejor y disfrutar, ya lo dije antes, bien vale la pena.
Los “cactus” nos siguen custodiando, el paisaje cada vez es mas árido, y ya puede verse los minerales en forma de vetas en cada grupo montañoso. Los movimientos orográficos a partir del ascenso de la Cordillera de los Andes, hace unos cuantos miles de millones de años… se ve a partir de ahora en cada lugar. Acompañan, viaductos, túneles, rulos, pero no es una montaña rusa…Son nuestras montañas, nuestros Andes y nuestro Norte Argentino.
El Tren ha ido progresivamente ganando altura y corre por las laderas de las montañas, venciéndolas si es preciso mediante túneles y puentes. Puerta Tastil, a 2.600 mts, 2 rulos, y ya estamos en 3.500 mts. No se asusten, nada que no se pueda soportar, el último vagón, se encuentra equipado con el personal médico y con todo absolutamente todo, para nuestro resguardo. La empresa no ha dejado nada librado al azar. En esto debo aclarar que el gobierno de Salta conjuntamente con la empresa Tren a las Nubes, brindan el servicio y la tranquilidad que cada turista merece. El que fue en el tren de Machu Pichu puede ver la diferencia, sin desmerecer a nadie. Lo que ofrece el Tren a las Nubes es realmente de primer nivel.
La guía nos sigue explicando, a medida que va mirando nuestros rostros, que van cambiando entre admirados y sorprendidos. Pocos minutos transcurren y pasan tomando el pedido de almuerzo. Hay dos horarios. ¡Todos en el coche comedor, no entramos! Me dirigí al bar, y en los pasillos me encontré con una Colla coplera, que después pude sentarme a almorzar con ella, un encanto de persona, mi querida Cirila Tari Tolay, Llego al bar para pedir agua y me sorprenden nuestros entrañables turistas brasileros. Ellos estén donde estén, se siente su presencia, no se cual es la motivación, pero “el soroche” no se veía afectarles para nada. Me jacté comentándoles que lo que vemos a nuestro alrededor es “o melhor do mundo”.
Regreso a mi asiento y Pío, nuestro guía acompañante del Ministerio de Turismo de la Provincia, nos indica que ya estamos en Los Patos (3.800 msnm) y que pronto llegaremos a San Antonio de los Cobres. El tren no suele hacer parada en estos momentos, pero gentilmente nos facilitó la gestión para que el Tren se detuviera y poder ver La Fiesta Nacional de la Pachamama.
Con movimientos tranquilos como es lo recomendado, bajé del Tren, y se me llenaron los ojos de lágrimas. Muchas sensaciones tuve al bajar, sensación de fiesta, de alegría, de respeto, de ternura, de orgullo. Nada mas inexplicable que ver esa gente que nos esperaba para mostrarnos lo mejor que tienen, su cultura milenaria. Una lección de vida y de convivencia, lo que me dieron mis hermanos argentinos. San Antonio de los Cobres, se encuentra a 3.775 msnm. Posee alrededor de 7.000 habitantes. Viven de las minas, de la cría de llamas, agricultura sacrificada en la zona y tejidos de lana. Conviven diferentes culturas con dignidad. Esperan de nosotros todo y entregan todo, pero me siento en deuda.
Almorzamos en el Mercado Artesanal de S.A. de los Cobres. Nos sirvieron un plato regional exquisito, elaborado por un grupo de chef de San Antonio que se llevaron nuestro aplauso. En una gran mesa larga, nos encontrábamos todos. Una mesa pluralista, que no me fue difícil imaginar la mente abierta que hay que tener, para convivir en esta localidad. Estábamos…el Cacique de la Comunidad Collas Unidos Sr Miguel Siarez, la Sra. Teófila Urbano, El Cacique Toba, invitado por la comunidad, el Intendente Sr. Leopoldo Salva, la secretaria de Cultura de SAC, Sra. Azucena Salva, y muchas autoridades más. Pero no éramos los únicos, otras mesas completaban el salón. Observé las caras de cada uno de los comensales y noté alegría, entusiasmo y buen diálogo. En plena sobremesa cada actitud fue una lección de hermandad y como si esto fuera poco, nos invitan a compartir las tradiciones de nuestros pueblos originarios, nos integran, nos enseñan, y nos agasajan… que mas pedir.
Un pequeño lapso pasó y estábamos todos reunidos para celebrar la Ceremonia de homenaje a la Madre Tierra. El Cacique Miguel Siarez pidió primeramente permiso a la Pachamama Santa Tierra, para que la ceremonia se realice con Felicidad-. Agradeció a todos los presentes entre ellos Turistas, y otras comunidades. Nos explicó en que consiste la celebración, donde el chayador Simón Doroteo Choque pide en nombre de la comunidad las prioridades, cosechas, y a su vez agradece lo dado en este año. El Cacique Miguel Siarez en un sentido reconocimiento, agregó: “Nuestra Madre Tierra nos da todo, la vida… sin embargo a veces le hacemos daño, por ello te pedimos perdón”. Agradeció la presencia de las autoridades y recordó momentos difíciles donde sufrían discriminación y hablaban del “hombre blanco” enfrentados con ellos. “Nunca perdimos la Fe y hoy podemos compartir con todas las personas, este agasajo porque son hermanos e hijos de la Pachamama”.
Cacique, Yo, agradezco haber participado de esta vivencia, de esta profunda ceremonia, de su pueblo, de toda la comunidad de San Antonio de los Cobres y de esta Fiesta Nacional de la Pachamama de los Pueblos Andinos “Pachamama Santa Tierra Kusilla, Kusilla. Alegría”.
FOTO PORTADA: Ceremonia homenaje a la Madre Tierra Pachamama.Cacique Siarez y el Ministro de Turismo de Salta, Mariano Ovejero.
VIDEO: 18 Fiesta Nacional de la Pachamana de los Pueblos Andinos 2013.