Por Ricardo Seronero desde Plaza de Mayo, Buenos Aires.
La única receta válida para terminar el Dakar es solidez y constancia. En los 9 000 kilómetros de recorrida en Argentina, Chile y Bolivia, los pilotos tendrán que resolver una ecuación adicional: encontrar su ritmo, cuando el recorrido tiende justamente a romperlo.
Según pasan los días, el Dakar va presentando diferentes cambios, tanto de registro como de velocidad, pasando por pista pedregosa al desierto de dunas, y con etapas largas a los « sprints » del extremo. En estas circunstancias, los competidores deberán movilizar antes que nada su capacidad de adaptación… y de gestión del esfuerzo.
Un nuevo desafío está en marcha.

En su regreso a Buenos Aires, el Dakar vuelve a atraer a las masas porteñas y a visitantes de la región como Uruguay y Brasil. Más de 800.000 espectadores han aplaudido a los competidores en el recorrido hacia el podio, así como en las verificaciones en Tecnópolis.
Desde su llegada al continente sudamericano, en 2009, el Dakar ofrece momentos mágicos año tras año, levantando la misma pasión. La ceremonia inaugural, la víspera de la salida, sigue siendo uno de los platos fuertes para el público que responde de nuevo en masa a la llamada del Dakar con más de 800 000 espectadores (650.000 personas a lo largo del recorrido del desfile del podio y 150 000 visitantes en Tecnópolis).

Santosh Shivashankar, primer ciudadano indio que participa en el Dakar, no se esperaba una acogida así. “Lo había visto en televisión”, comentaba el motorista novato inscrito con una KTM, “pero supera todo lo que había imaginado. Y eso que estoy acostumbrado a las masas…”.
Anar Chintabataar, con un magnífico gorro de zorro, se sintió particularmente arropado por el público al subir al podio. “Aunque la carrera no empieza hasta mañana, este momento es realmente mágico”, confesaba el representante mongol.

Tras todos los sacrificios realizados para llegar hasta aquí, se siente mucha emoción. Se trata de un momento dotado de una fuerte carga simbólica: representa el fin de la preparación y el inicio de la aventura”.
El Ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer participó de la largada en la rampa ubicada en Plaza de Mayo.



Fotos Ricardo Seronero/sentiargentina.com