viernes , 29 marzo 2024
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Domando médanos en Piedra del Águila, Neuquén

No muy lejos de las inconfundibles formaciones rocosas de Piedra del Águila, médanos tan increíbles como poco conocidos, seducen a los amantes del sandboard. Secretos de un deporte que cada vez tiene más adeptos.

Piedra del Águila no deja de sorprender a propios y extraños, en muy poco tiempo pasó de ser un lugar de paso o carga de combustible, para convertirse en un increíble e incipiente destino turístico, que cada temporada suma atractivos, prestadores y servicios.

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Piedra del Águila no deja de sorprender a propios y extraños.

A sólo unos kilómetros del centro de la localidad que se caracteriza por sus inconfundibles formaciones rocosas, los jóvenes aprovechan los médanos de mediana altura que el tiempo ha forjado con siglos de paciencia, para practicar sandboad, una disciplina que va sumando fanáticos en todo el mundo.

El sandboard es un deporte que consiste en el descenso de dunas, con tablas especiales parecidas a las que se usan en el snowboard. Pertenece a la categoría de deportes extremos por el aumento de adrenalina que experimentan quienes lo practican.

Tiene las mismas líneas de acción que el snowboard, es decir uno mismo puede definir el estilo que quiere desarrollar. Se practica principalmente en médanos, y es furor en muchos rincones de la costa atlántica argentina. Entiéndase por duna cerros de arena desde la base hasta la cima; aunque también se puede hacer en cerros cubiertos de arena, incluso en aquellos cubiertos por arena y tierra.

Este deporte que hoy le arranca el sueño a decenas de jóvenes de la localidad neuquina, fue inventado en Brasil más precisamente en la isla de Santa Catarina (Florianópolis) a mediados de la década de los 80. Surgió como una alternativa para los surfistas que no podían practicar su deporte en los días que no había olas.

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Uno de los principales atractivos de este deporte es la apreciación de la naturaleza y los paisajes que circundan a Piedra del Águila.

“Todas las semanas, venimos con los chicos y podemos llegar a pasarnos todo el día deslizándonos con las tablas. El lugar lo encontramos casi de casualidad, y hoy se está convirtiendo en un punto de encuentro, pero además en otro atractivo turístico que ofrece Piedra del Águila”, confiesa, mientras se entrega a un nuevo descenso, Estefanía.

Uno de los principales atractivos de este deporte es la apreciación de la naturaleza y los paisajes que circundan a Piedra del Águila. Cada sitio tiene una historia y una belleza particular. El estilo de vida de un sandboarder lo lleva a conocer rincones increíbles, muchas veces casi vírgenes del hombre y la contaminación. Para el resto de los mortales, puede que el estilo de vida se perciba como un tanto solitario y de reflexión. Un tiempo para pensar y ver el mundo de otra manera.

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Este deporte que hoy le arranca el sueño a decenas de jóvenes de la localidad neuquina.

La búsqueda de una duna mágica o del mejor médano de su vida, en parte el desafío de los amantes del sandboard. Abrazados a su tabla, suelen recorrer a pie grandes distancias, buscando esa elevación que le permita una nueva aventura. Que lo transforme en un aventurero, que en la soledad de la tierra se encuentra también consigo mismo.