Llegar al Impenetrable es adentrarse en lo más profundo del Chaco. Accediendo desde Juan José Castelli, una variada gama de verdes se mezclan, las sensaciones aumentan a medida que uno se hunde en ese refugio natural y poco a poco se descubre por qué lo llaman santuario.
Al dirigirse a la comunidad Qom más cercana, las mujeres reciben a los viajeros con sus artesanías, mientras los niños y niñas sonríen pícaramente y llevan hacia los panales en los que los mayores trabajan. El tiempo va pasando y se hace difícil la despedida, aunque el entusiasmo por continuar motoriza a los visitantes.
Adornos, carteras en chaguar y esculturas en palo santo que perfuman el equipaje son algunos de los recuerdos que se traen del viaje. Es emocionante la sorpresa y el respeto que se siente ante estos habitantes legendarios que supieron conservar sus tradiciones a través del tiempo. Lo más importante: llevarse a casa algo de esa energía en equilibrio con la tierra.
A la provincia del Chaco se llega en avión, al Aeropuerto Internacional Resistencia, en ómnibus o en auto, por la ruta nacional Nº 11 o la ruta nacional Nº 16.