El 12 de junio se dispuso autorizar al “Parque Nacional Los Alerces” a reabrir de manera parcial. Vecinas y vecinos de Esquel, Cholila y Trevelin se emocionaron con la vuelta a este gigante natural, tras tantos días de confinamiento. Hay confianza en que el cumplimiento del estricto protocolo de bioseguridad permita poder ampliar la reactivación hacia los meses más cálidos del año.
Postales de reencuentro y alegría se pudieron observar en los primeros días de reapertura de este sitio tan entrañable para los sentimientos y las historias personales de cada habitante del noroeste del Chubut. “Fue como volver a los primeros paseos a orillas del Lago Futalaufquen que recuerdo de mi infancia”, manifestó Horacio, un hombre de 57 años de Esquel, quien completó la imagen, subrayando que no sólo disfrutó de volver a recorrer por algunas horas el Parque Nacional, sino también la emoción de planificar el paseo: “Sentí la misma alegría y ansiedad por llegar”. Norma (52), su esposa, agregó: “Más allá de algunas normas de distanciamiento y de protección, fue un poco recuperar un paisaje que todos los esquelenses hemos disfrutado en nuestras vidas”. Alejandra es la hija de ambos. Con 32 años, ha conocido el Parque siendo niña y lo ha revalorizado con el tiempo; incluso profesionalmente, ya que es bióloga. “Estar todo este tiempo sin poder venir ha sido muy difícil. Espero que nos sigamos cuidando para que no cueste tanto volver”, sentencia como un deseo.
El Parque Nacional Los Alerces, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, cuenta con una extensión total de 263 mil hectáreas y alberga a los lagos Futalaufquen, Verde, Krüger, Rivadavia, Menéndez, Amutui Quimey y el río Arrayanes, entre otros. Esta nueva reapertura, en tiempos de flexibilización del aislamiento preventivo, habilitó las portadas Sur, Centro y Norte para autos particulares de residentes de la zona, entre las 9 y las 17.30. Asimismo, se permite la pesca en el Lago Futalaufquen (con permiso correspondiente), el disfrute de las costas de los lagos, la navegación desde Puerto Limonao (que es la bajada de lancha habilitada), el senderismo de baja y mediana dificultad, el buceo y las áreas de acampe sólo para uso diurno.
También se dispuso la apertura de dos proveedurías y se determinó no habilitar los sanitarios de uso público. Las estrictas medidas dispuestas en el protocolo de reapertura pretenden resguardar la salud de trabajadores, pobladores, visitantes y prestadores. En la portada de acceso al Parque se detallan las sendas que están abiertas y las áreas de uso diurno.
Una puerta abierta
Fue la Dirección de Operaciones de la Administración de Parques Nacionales, la que dispuso la reapertura parcial el 12 de junio con estrictos protocolos de bioseguridad. Desde la Intendencia del Parque Nacional Los Alerces confían en que los visitantes acatarán las recomendaciones y que, progresivamente, se incorporarán nuevos servicios y se podrán autorizar nuevas áreas y actividades; para que con la llegada de la primavera y el verano se pueda ir recuperando la vida normal.
Esta reapertura, aunque parcial, significa mucho para el turismo de Esquel y de la región. Implica un paso importante en la esperada vuelta a la normalidad y un primer signo que permite imaginar en el mediano plazo la vuelta de los visitantes a esta gema del turismo patagónico.
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