Sentí Argentina

El turismo colaborativo se consolida, sin regulación

El turismo colaborativo se consolida, sin regulación.

Por Jorge Posdeley, magister en Turismo.

La economía colaborativa dispara la cuarta revolución industrial. Estos cambios en los consumidores dieron orígenes a nuevos modelos de negocios turísticos, como los basados en la red “peer to peer”: se trata de un intercambio de productos y servicios turísticos entre particulares, a través de comunidades o plataformas webs creadas para este fin. El modelo avanza sin regulación ni control.

Posadas, Misiones. (Miércoles 6 de septiembre ). El turismo “peer to peer” (p2p), una tendencia global, está transformando el modo de viajar y consumir. Impacta en el transporte terrestre, el alojamiento –con formatos que se alejan de la tradicional concepción hotelera, estructurada y manualizada- y hace surgir nuevas experiencias en el destino. Prácticamente todos los sectores de la economía turística, excepto la aviación comercial, se vieron afectadas rápidamente por la llamada “economía colaborativa” que rescata, a su vez, a la gastronomía local.

La sociedad viene experimentado grandes cambios de la mano de las nuevas tecnologías. En los últimos años tuvieron una fuerte inserción y produjeron el rápido crecimiento y desarrollo de la actividad turística, una de las actividades socioeconómicas más globalizadas del mundo. Las economías colaborativas (o participativas, como también se las llama) fueron unas de las que más impacto recibieron.

El concepto del consumo también cambió, al punto que hoy nos encontramos frente al concepto del consumo colaborativo o participativo, que se extiende rápidamente en comunidades y ciudades del mundo, donde utilizan las redes tecnológicas para hacer más con menos, mediante actividades como el alquiler, el préstamo, el intercambio, el trueque, el regalo o, incluso, compartiendo productos a una escala antes inimaginable.

En el turismo y sobre todo, en los servicios de esta actividad. Al principio el peso de la distribución en el sector recaía en los grandes operadores y en las agencias mayoristas de viajes, porque estas contaban con el know-how y el poder suficiente para dirigir el mercado. En la actualidad lo siguen haciendo pero no son los únicos intermediarios, gracias a la aparición de nuevos canales de comercialización que llegaron de la mano de las tecnologías de la información y comunicación.

El principal actor dentro de estos avances fue Internet, acompañado del comportamiento de los consumidores ya que también ellos modificaron sus formas y filosofía de viajar. El viajero está buscando de manera constante nuevas experiencia vivenciales mucho más comprometida con el medio que visita, con la comunidad local que comparte con él su forma de vida; con la cultura, su gastronomía tradicional, sustentable y solidaria; es decir, con el medio ambiente social.

Estos cambios en los consumidores dieron orígenes a nuevos modelos de negocios turísticos, como los basados en la red “peer to peer”. Este modelo se basa en el intercambio de productos y servicios considerados turísticos entre particulares, a través de comunidades o plataformas webs creadas para este fin.

De acuerdo al informe elaborado por la Escuela de Negocios IE Bussiness School y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), bajo título ‘Economía colaborativa en América Latina’, presentada en la Casa América de Madrid, consideran que la economía colaborativa en los países latinoamericanos se encuentra recién en su etapa embrionaria pero, a su vez, viene desarrollando un rápido crecimiento y además, un crecimiento sostenido. De continuar así, según los especialistas, nos encontraremos en un momento histórico muy importante entendiendo que la economía colaborativa podría transformarse para la región, en la cuarta revolución industrial.

Brasil, México, Argentina y Perú representan, unidos, el 69% de la economía colaborativa que se viene desarrollando actualmente en América Latina.

En ese mismo informe se destacan al transporte y el alquiler turístico como los principales subsectores en los que operan las nuevas empresas de economía colaborativa de Latinoamérica. Estas se caracterizan por ser empresas locales y regionales que están ofreciendo ya numerosas oportunidades de mercado en lo que a compartir recursos y optimizar el uso de ellos se refiere. Y posibilitan además la generación de nuevas fuentes de empleo, sobrepasando y extendiéndose por sobres las empresas tradicionales y generando con ello el nuevo paradigma de apostar en un mercado altamente competitivo, buscando ganar nuevos clientes y a la vez, fidelizar a los usuarios

Nuevas tendencias con impacto integral
El turismo “peer to peer” (p2p) es una de las resultantes de las grandes tendencias globales que está transformando el modo de viajar y consumir. De esta manera, las nuevas tendencias impactan en el transporte terrestre, el alojamiento con sus nuevos formatos que rompen y abandonan la tradicional concepción hotelera, estructurada y manualizada, las nuevas experiencias en el destino, el rescate y la agregación de valor a la gastronomía local. Prácticamente todos los sectores de la economía turística, excepto la aviación comercial, se vieron afectadas rápidamente por la llamada “economía colaborativa”.

La economía colaborativa o sharing economy, como se la conoce en inglés, es un sistema económico en el que se comparten e intercambian bienes y servicios a través de plataformas digitales. En otras palabras, lo que resuelve es conectar gente que busca algo con gente que lo ofrece a través de internet. Esto se puede llevar a incontables ejemplos: préstamos, cursos online, crowfunding, servicio de transporte, y entre ellos, la renta de hogares.
Algunas de estas iniciativas son gratis y otras pagas; pueden ser por horas, días, semanas o por el tiempo del acuerdo, definiendo el perfil de huésped que se quiera recibir y permitiendo un sistema de puntuación y calificación para garantizar que la experiencia sea segura y agradable para ambas partes. Estos nuevos sistemas permiten proveer bienes y servicios sin depender de un empleador y todo gracias a la gran evolución de las tecnologías.
La empresa por excelencia que representa a este movimiento es Airbnb. Su modelo de negocio se basa en el cobro de comisiones al propietario de la vivienda (del 3%) y al huésped (entre un 6% y un 12% sobre el precio de la reserva) para alojarse en una vivienda.

Airbnb surgió en 2008 y ya encontró cama para más 40 millones de viajeros. También ya cotiza en Bolsa (sin ser propietaria de una sola habitación) por más de 30.000 millones de dólares. Argentina es uno de los países que lidera, con mayor oferta de alojamiento compartido de América Latina: posee doce mil espacios disponibles para reservas, repartidos entre sus principales capitales provinciales donde se destacan Buenos Aires y Córdoba.
Posadas no es la excepción al nuevo formato de comercialización de habitaciones turísticas: hoy se pueden encontrar en la capital misionera 66 espacios disponibles para reservar.

Pero, así como estas plataformas presentan una gran oportunidad para cualquier persona que tenga habitaciones sin ocupar en su casa y las quiera alquilar, a su vez ocasionan un gran problema para los sectores tradicionales que todavía no pudieron aggiornarse a los cambios del mercado. Además de encontrase a contramano de las nuevas tendencias, también sufren el impacto de las altas cargas sociales y los abusivos impuestos, situación que genera un escenario de competencia desleal debido que al momento no existe ningún tipo de regulación ni organismo visible que las controlen.

El organismo de aplicación, a la fecha no cuenta con las herramientas de control necesaria y su marco regulatorio está desactualizado. Es tan vetusto y obsoleto que entre los requisitos mínimos para calificar y categorizar a los establecimientos hoteleros, como un salto a la calidad, exigen el servicio de telex y TV a color.

Posadas sostiene un crecimiento turístico importante a través de los años y comenzó a participar directamente en estas nuevas formas de comercialización, que se pueden experimentar en al menos 66 casos, lo que indica un creciente interés por parte de la comunidad de aprovechar estas nuevas plataformas.

En la ciudad, la gran mayoría de los establecimientos hoteleros son hoteles de tres o más estrellas; hay pocos establecimientos extra hoteleros como hostels, y la aparición de este nuevo modelo turístico p2p cambia la forma de prestar los servicios gracias a las plataformas webs creadas para este fin.

La lectura de la situación sugiere que se debe comenzar a estudiar el nuevo modelo para conocer cómo afecta al sector hotelero estas nuevas formas de comercialización de servicios. Pero hasta el momento parece que la situación no preocupó a nadie.

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