En los salones de la Subsecretaria de Turismo de la Provincia de Santiago del Estero se realizó la conferencia de prensa, donde el padre Juan Ignacio Liebana, párroco del Santuario de la Virgen de Huachana invitó a participar de las festividades en honor a la virgen.
El padre Juan resaltó que la fiesta grande es el jueves 31 de Julio, pero que las actividades darán comienzo desde el 23 de este mes, con misas todos los días, procesiones, celebración de casamientos y bautismos.
En la oportunidad el párroco estuvo acompañado por el Subsecretario de Turismo de la provincia Ricardo Sosa y por la Directora de políticas culturales de la Subsecretaria de Cultura, Cristina Campitelli.
Por su parte Sosa destacó que desde la Subsecretaria de Turismo dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, “colaboramos con este evento religioso que por su convocatoria trascendió las fronteras de la provincia ya que miles de peregrinos llegan al santuario año tras año”.
En otros detalles, resaltó que bajo el Lema “Con María anunciemos la Alegría del Evangelio, nos sentimos muy cera de nuestro querido Papa Francisco”. Enfatizó al mismo tiempo que “el Papa Francisco conoce de cerca la actividad de nuestro santuario y la devoción que despierta la virgen de Huachana, por eso ha querido obsequiar su solideo (gorrito blanco que usa el Papa) el cual ya se encuentra en nuestro santuario junto a la virgen”.
El sacerdote indicó que de acuerdo a lo estimado por la policía y Defensa Civil en la fiesta anterior se recibió la visita de 100.000 peregrinos. Esta festividad comenzó a desarrollarse desde 1820 y crece todos los años. Si bien llegan peregrinos de todo el país, la zona de mayor afluencia es de las provincias vecinas de Salta, Jujuy y Tucumán.
Finalmente entre otros anuncios destacó obras y mejoras en el templo Nuevo de la Virgen y la presencia del Duo Coplanacu que será el broche de oro en la velada artística del 31 de julio, además de los artistas locales que serán parte de la fiesta.
La fiesta grande.
La fiesta de la Virgen de Huachana se extiende desde el viernes 29 de Julio hasta el 1 de agosto. Más de 80.000 peregrinos atraídos por una inmensa devoción y fe provenientes de todas las provincias argentinas y hasta de la hermana República de Bolivia visitan su santuario en el inhóspito pueblito santiagueño.
Para llegar desde la Capital se debe recorrer por la ruta provincial 5 y su empalme con la 92. Son 244 kilómetros hasta Campo Gallo y de allí 90 kilómetros de camino de tierra.
La historia cuenta que se llamaba Telésfora Verón, la jovencita que en infinitas ocasiones, en 1820, le contó a su familia acerca de las apariciones de la Virgen en la soledad del monte, pero nadie le creyó, es más, todos consideraban que estaba loca. Una noche, los vecinos de Huachana decidieron comprobar los dichos de la niña.
Se reunieron en el lugar de las extrañas apariciones y esperaron al abrigo de una fogata. Al amanecer, y entre las llamas, María los sorprendió con su figura. Desde aquel entonces, la imagen es venerada en este rincón impenetrable y polvoriento de la provincia, a 80 kilómetros al oeste de Campo Gallo, y a 330 kilómetros de la capital.
Otra versión la ofrecen escritores copeños quienes sostienen que esta imagen habría sido tallada en madera por aborígenes de la reducción jesuítica San José de Petacas (hoy San José del Boquerón, departamento Copo). Luego, cuando esta Reducción fue abandonada y saqueada, varias imágenes religiosas habrían sido escondidas o abandonadas en el monte.
Fue así que en el Paraje Tacko Punco (Pellegrini) una joven llamada Telésfora Verón, halló esta imagen en un “churqui”, y avisó a los mayores de su hallazgo.
Como los mayores no veían la imagen que la joven, insistía en señalar, decidieron quemar la planta. Grande fue la sorpresa cuando una vez reducida a cenizas el churqui, aparecía la talla de la Virgen prácticamente intacta. Esta imagen comenzó a ser venerada en Tacko Punco; pero no con el nombre del lugar, sino con el de la planta en la que fue hallada (se la conocía con el nombre de “la Virgencita del Churqui”), cuando es llevada a Huachana adopta el nombre del lugar. Llamándose, entonces, Virgen de Huachana.
Luego de que una de las poseedoras de esta imagen, contrae matrimonio con don Isauro Pereyra quienes residirían a diez kilómetros al norte de Monte Quemado, en un lugar que llamarían El Carballo.
El nuevo matrimonio solicita la imagen para trasladarla a su nuevo domicilio; pero ante la negativa de sus familiares de Huachana, designa a un Procurador General para que interceda. Este procurador decide darle una imagen a cada uno, como para terminar con el conflicto. Fue así que desde entonces existen dos imágenes que se veneran el 31 de julio la Virgen de Huachana y el 14 de agosto la Virgen del Carballo en Monte Quemado.