Calma, silencio y descanso de los días laborables en la atmósfera saturada de energía espiritual – ésta pueden ser la razón para pasar una noche o un fin de semana en algún monasterio checo.
1. Praga: El convento de los capuchinos
Los capuchinos, una orden católica inspirada por San Francisco de Asís, viven y trabajan en el convento de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Praga en el barrio de Hradčany. Se trata del monasterio más antiguo de los capuchinos en los países checos. Fue construido a principios del siglo XVII. La famosa iglesia de Loreto con su carillón, que encontrarás junto al monasterio, aún no existía en aquella época.
El convento capuchino de Hradčany ofrece alojamiento a corto plazo para todos los que buscan el hospedaje en el centro de Praga. Hay cuartos de distintos tamaños, desde las habitaciones dobles hasta las habitaciones más grande de doce camas. La mayoría de los cuartos dispone de las instalaciones sanitarias comunes, sala de fiestas y cocina. Si estás alojado en el monasterio tendrás un descuento para la entrada a la iglesia de Loreto, el lugar peregrino que está administrado por los frailes capuchinos.
2. Praga: El hotel monasterial ecológico del convento de benedictinos
El monasterio de Břevnov de Praga es el primer convento masculino en el territorio checo. La vida de la comunidad monacal corre aquí en el espíritu de la regla de la orden de San Benedicto después de más de mil años de existencia. Los rezos cotidianos y el trabajo no significan que el convento esté cerrado ante el mundo exterior, al contrario. Durante su visita podrás ver, por ejemplo, la románica cripta y la basílica barroca de Santa Margarita. Los conciertos y eventos sociales se celebran en las salas representativas del refectorio barroco. El jardín del convento con el pabellón Vojtěška, llamado según uno de los fundadores del monasterio, te invita a un paseo.
A parte de la cervecería del convento, encontrarás también el hotel ecológico Adalbert con el restaurante Klášterní šenk. Dispone de 23 habitaciones ecológicas y cómodas. El alojamiento incluye desayuno.
3. Želiv: La degustación de la cerveza local en el convento premonstratense
Quién está buscando un lugar tranquilo para meditar, estudiar o solo para descansar un poco en un ambiente inspirativo, debería visitar el monasterio premonstratense de Želiv. Desde su fundación en 1139, el monasterio pasó por varias reestructuraciones.
Puedes alojarte en el mismo convento, en el hotel Opatství Želiv, administrado por los premonstratenses que cuidarán de tu confort. Puedes escoger entre las habitaciones de distintos tamaños con el cuarto de baño o sin él hasta un apartamento que goza de su propia cocina. El alojamiento más barato es con su propio saco de dormir en la sala llamada Tábor (en checo, tábor significa campamento). Gracias a la gran capacidad de alojamiento, servicios de comida y posibilidad de alquiler de salas de reuniones, se celebran muchos encuentros de diferentes tipos justo aquí.
La oferta de los premonstratenses abarca tanto los placeres profanos a través de la visita de cervecería monasterial junto con la degustación de las cervezas locales como los espirituales mediante un programa de recuperación espiritual.
4. Vranov u Brna: La noche en el convento y variedad de eventos
Un lugar peregrino mariano, llamado Vranov u Brna, se halla en el corazón de la bella naturaleza de Moravský kras. Está cargado de una serie de leyendas. El convento de los Mínimos de San Francisco de Paula, junto con la Iglesia del Nacimiento de Nuestra Señora, es el centro espiritual. Realiza diversos eventos espirituales, culturales y educativos, estadías familiares de fin de semana, campamentos juveniles e incluso ofrece alojamiento. El centro dispone de cien camas. También hay un apartamento individual con despacho, refectorio, varias salas y capilla ecuménica.
5. Broumov: El alojamiento en las antiguas celdas monacales
El monasterio de Broumov está situado en el pintoresco paisaje lleno de rocas de arenisca. Durante tu visita puedes visitar la iglesia de San Adalberto que fue transformada del estilo gótico a una iglesia barroca, la biblioteca que contiene aproximadamente diecisiete mil volúmenes o la sacristía que cuenta con unos preciosos muebles taraceados. Desde abril de 2015 puedes alojarte en los cuartos que solían habitar los monjes benedictinos del monasterio.