Isela Constantini asumirá como presidenta de Aerolíneas Argentinas. La ex presidenta de la filial de General Motor en el país, designada en el cargo por el presidente Macri, reemplazará a Mariano Recalde, quien bajo su gestión sumó a más de 2500 trabajadores.
Costantini se graduó en comunicaciones en la Universidad Católica Pontificia del Paraná, Brasil, y obtuvo el MBA de la Universidad Loyola de Chicago, Estados Unidos, con especialización en Marketing y Negocios Internacionales. Se desempeña como presidente de General Motors para Argentina, Uruguay y Paraguay, y directora General de Servicio al Cliente y Posventa para América Latina. En 2013 fue incluída en una lista de las 50 mujeres más poderosas del mundo de los negocios, editada por la revista Fortune.
La agenda
Isela Constantini tendrá una agenda con muchas actividades por estos días: llevará adelante una auditoría profunda de la empresa para conocer el Estado de las cuentas de una firma que requiere de un subsidio por día de un millón de dólares para sobrevivir. La herencia financiera es compleja.
En las primeras horas de su asunción, la nueva presidente del Grupo AR se reunirá con Manuel Álvarez Trongé, quien estuvo a cargo de la firma hasta hoy. Hombre cercano al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, será el puente para que la flamante presidenta conozca la intimidad de una empresa. Trongé realizó en su corta gestión al frente de la firma un análisis del estado de situación que la nueva titular de la línea de bandera recibirá en mano.
Una de las primeras tareas consistirá en saber quién es quién dentro de la compañía, que cuenta con un personal de más de 11.500 empleados. Los primeros cambios estructurales ya comenzaron a verse. De la mano de Constantini asumirán también un grupo de ejecutivos de su confianza. En el área de Recursos Humanos se desempeñará Daniel Maggi; Diego García, en la gerencia Comercial; Pablo Miedziak, en el área Económico Financiera; y Diego Sanguinetti, en Planificación Estratégica de las Operaciones.
Nuevas rutas y finanzas en rojo
La flamante gestión de Aerolíneas considera que el diseño de los vuelos de la empresa es erróneo y deja fuera del sistema a provincias importantes. Existen ciudadanos que deben aguardar una semana para conseguir vuelos directo hacia, por ejemplo, destinos del norte del país. Y si bien hay viajes internacionales que generan fuertes ingresos, el macrismo cree que es incompatible que no haya una real conexión del interior del país en la empresa que dice ser la línea de bandera de todos los argentinos.
Hoy el máximo desafío de la empresa es ponerse a la altura de otras competidoras privadas como Lan. Ganar lugar en el mercado y convertirse en la línea aérea por excelencia de todos los argentinos.
En referencia al déficit, unos 50 millones de dólares se utilizan por mes para pagar sueldos, es decir alrededor de 600 millones de esa moneda extranjera por año. El costo por empleado, según fuentes del diario La Nación, es de 50 mil dólares al año, sin contar los beneficios extras que reciben como pasajes de cortesía. Además, también pondrán el ojo en los salarios y dinero en viáticos que reciben los pilotos.