El 28 de mayo de 1865 partía de Liverpool el velero Mimosa. A bordo, además de la tripulación, iban 153 colonos galeses; que tenían el objetivo de establecer su nuevo hogar en la Patagonia. Dos meses después, el 28 de julio, el buque arribaba a las costas del Golfo Nuevo, frente al sitio que comenzaba a conocerse como Puerto Madryn. Lo esperaba allí Lewis Jones, mentor de la empresa, con un reducido grupo de auxiliares. No fueron fáciles los primeros días de los recién llegados. Habitaron en cuevas talladas en la arcilla de los acantilados – cuyos restos pueden aun verse -, padecieron de hambre y frío y sufrieron la temprana muerte de un niño. Pero, como un símbolo de que esa tierra bravía quita pero también da, al poco tiempo tuvieron la alegría del nacimiento de la primera hija argentina de la Colonia: María Humphreys.
No era Puerto Madryn su destino final, sino el Valle del río Chubut; distante del lugar del desembarco “51 millas sin agua”, como años más tarde advertiría un cartel colocado en la prefectura de la zona, expuesto hoy en día en el Museo Naval del Tigre. El traslado fue portentoso. Los hombres cubrieron a pie esa travesía que ya se había cobrado la vida de un colono, extraviado a los pocos días de llegar; y cuyos restos fueron encontrados años más tarde en una playa conocida desde entonces como “Bajo de los Huesos”. En tanto, las mujeres y los niños, a efectos de evitar las penurias de la marcha, se movilizaron en un barquito con el que contaban. Pero el Atlántico mostró sus garras; y por culpa del mal tiempo no pudieron bajar a la orilla de inmediato. Permanecieron algunos días a bordo de la nave, alimentándose de los pocos víveres que llevaban; bajo la mirada azorada de sus compañeros; quienes, desde la tierra, nada podían hacer.Al año de estar en el lugar reciben la visita del cacique tehuelche Chuiquichano y su gente; lo que significó el inicio de un período de comercio entre ambos grupos – similar al que se daba en otros puntos de la frontera, como Carmen de Patagones -, que resultó beneficioso para la incipiente economía de la colonia. Aun así, se vivían tiempos duros. Si bien el gobierno argentino enviaba en forma periódica semillas, ganado y vituallas, las necesidades eran muchas. Los colonos no hallaban la manera de cultivar trigo en esa yerma zona, donde hacerlo al secano resultaba imposible. Por fin, tras varias cosechas fallidas, y por inspiración de Raquel Jenkins, esposa del chacarero Aaron Jenkins, comprendieron que podían regar mediante canales que, tomando agua del río, la distribuyesen en las parcelas. Comienza así un período de bonanza. La colonia se expande por todo el Valle: surgen las poblaciones de Gaiman, primer municipio chubutense, en 1874; y Trelew, punta de rieles del tren que la unía con Puerto Madryn, en 1886.
Hacia 1888, luego que quedara expedito el camino a la cordillera como resultado de la expedición realizada por el Teniente Coronel Fontana, primer gobernador del Territorio del Chubut, junto con su Compañía de Rifleros mayormente formada por colonos galeses, se inicia el poblamiento del Cwm Hyfryd (“Valle hermoso”) al pié de los Andes, y nacen localidades como Colonia 16 de Octubre, Trevelin y Esquel. También aquí el cultivo del trigo adquiere gran ímpetu.
Toda la historia de la colonia, novelada por el escritor Carlos Ferrari en su notable obra “El riflero de Ffos Halen”, tiene ribetes de aventura; y registra innumerables episodios propios de una obra de ficción. Algunos de esos sucesos, como la presencia de la banda de Butch Cassidy y Sundance Kid en la zona, son conocidos; pero otros, como las exploraciones de Llwyd Ap Iwan en la inhóspita meseta, permanecen un tanto al margen del público en general. Los propios protagonistas de la epopeya dejaron sus testimonios escritos; entre ellos se destaca un libro ameno y de lectura aconsejable: “A orillas del río Chubut en la Patagonia”, de William M. Hughes; observador sagaz que redacta con un humor del mejor estilo británico.
En la actualidad los descendientes de los colonos mantienen las tradiciones. Existen tres pilares básicos sobre los que la cultura galesa plasma su presencia: la arquitectura, reflejada en especial por las catorce capillas que aún siguen en pie y las antiguas viviendas de piedra blanca de Gaiman; la gastronomía, que pervive en las “casas de té” de obligada visita, donde puede degustarse la famosa “torta negra” y otras variedades culinarias; y el acervo artístico, una de cuyas principales manifestaciones es el Eisteddfod, concurso artístico multidisciplinario de honda raigambre que se celebra anualmente en dos versiones – el de la Juventud en septiembre y el del Chubut en octubre.
Gaiman:
Nombre de origen tehuelche, quiere decir “piedra de afilar” o “punta de piedra”. Se encuentra a 72 km de de Puerto Madryn, o desde Trelew, a 17 km. Quienes quieran conocer un pueblo galés, su idioma, su arquitectura, costumbres, y su religiosidad, no puede dejar de visitar esta tranquila localidad con pintorescas costumbres galesas. El legado Galés aun se conserva en el olor de su comida, sus habitantes, pero también en profundidad los podes imaginar visitando el Museo Histórico Regional Galés, en calle Rivadavia y Sarmiento. Sus descendientes aun hoy, lucen con orgullo sus tradiciones y explican su devoción espiritual a través de sus templos religiosos. Esas capillas y sus oradores fueron el apoyo para una camada de colonos que se encontró con situaciones extremas a cada paso en su camino. Gaiman, históricamente, fue el primer municipio de Chubut y durante décadas el centro mas prestigioso de la colonia por su producción agropecuaria, otro motivo para curiosear por este pueblo que aunque parezca perdido en el tiempo, solo trata de conservar sus orígenes.Pero cuando alguien dice voy a ir a Gaiman, no solo es lo Galés, ni es solo lo histórico, sino este pequeño pueblo se puede combinar con un atractivo tal vez poco difundido, que es experimentar en el Geoparque Bryn Gwyn.
¿De que se trata?, de un verdadero Parque Paleontológico al aire libre. Realizado por el MET Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Trelew,. Permite observar los restos fósiles de las distintas eras geológicas. Experimentar es la nueva tendencia de los que nos gusta hacer turismo… que mejor que caminar sobre los yacimientos fósiles al mejor estilo Alan Grant en la película Parque Jurásico. Podrás bucear por el Terciario… y si me refiero al buceo, es porque la invasión de las aguas marinas sobre el continente dejo un sin fin de fósiles marinos… a cielo abierto que podrás descubrir. http://www.gaiman.gov.ar/es/datos-historicos.html
El Geoparque Bryn Gwyn se halla a 8 km de la localidad de Gaiman y a menos de 25 km de Trelew, sobre la barda sur del Valle Inferior del Río Chubut. Hay dos formas de llegar: vía rápida, por Ruta 25 y a través de Gaiman; y otra más lenta, pero de tipo escénico, a través del Valle. http://www.mef.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=77&Itemid=158&lang=es