Las comidas regionales son una tradición que se destaca en todo Río Negro por su preparación con productos frescos y materias primas locales.
San Carlos de Bariloche es una de las ciudades referentes de la cocina en la provincia gracias a la gran multiplicidad de sabores que posee. Allí los inmigrantes desde diversos lugares del mundo dejaron sus huellas en platos típicos como el “goulash con spaetzle” o la fondue de queso, platos que luego fueron apropiados por los barilochenses.
Las frutas son las grandes protagonistas en el Bolsón y el Alto Valle provincial donde se pueden disfrutar dulces artesanales, así como también grandes desayunos con jugos y frutos rojos.
Opciones para todos los gustos
Los amantes del mar y el viento frío podrán disfrutar de la cocina del Puerto de San Antonio y los restaurantes de Las Grutas, donde sobresalen las cazuelas de mariscos y las abundantes paellas patagónicas.
En el Valle Inferior, por otra parte, se destacan las panaderías y pastelerías cuyos productos son elaborados con frutos secos de la zona. Los restaurantes locales ofrecen platos que se identifican con las corrientes migratorias italianas y españolas. Entre estos se encuentra el cerdo regional elaborado con una gran calidad culinaria.
En la región sur de la provincia se realizan platos a base de cordero patagónico, deleitando a los comensales con “ragú de cordero” o una cazuela de oveja.