Los peregrinos argentinos que viajaron por tierra a Río de Janeiro para ver al Papa Francisco salieron del país principalmente por los pasos de Misiones, lo que incidió en la cantidad de visitas que recibieron los tradicionales destinos turísticos de la provincia.

Varios grupos identificados con remeras con la cara del argentino Jorge Bergoglio, con banderas con los colores papales o con ómnibus identificados con imágenes religiosas se destacaron tanto en Posadas, como en las reducciones jesuíticas o en el ingreso al Parque Nacional Iguazú.

En este contexto, la ciudad de Posadas registró en estas vacaciones de invierno un promedio de ocupación hotelera de tres noches, que resultó favorable para la actividad.

En términos generales, la temporada fue buena para Misiones aunque comenzó afectada por la información de los medios nacionales que informaron equivocadamente que las Cataratas del Iguazú estaban cerradas por la creciente del río, cuando sólo se interrumpió la visita de turistas al balcón de la Garganta del Diablo, uno de los tantos paseos y balcones que tiene el área Cataratas.

En estas vacaciones de invierno aumentó además la procedencia de turistas del mercado regional, caracterizado por brasileños y paraguayos que aprovecharon tanto la diferencia cambiaria a su favor, como las virtudes del destino.