Autoridades y Turistas de distintos puntos del país e incluso del extranjero colmaron la plaza hotelera y fueron partícipes de una de las celebraciones ancestrales más importantes del Noroeste Argentino: el culto a la Madre Tierra.
La ofrenda final a la Madre Tierra Pachamama, se realizó en el Cerro Sagrado y estuvo a cargo del Cacique de la comunidad kolla, Julio Cruz. De la ceremonia participaron el Ministro de Cultura y Turismo de la Provincia Dr. Mariano Ovejero, el Secretario de Turismo Lic. Fernando García Soria, el Dir. de Planificación Turística Lic. José Piu, la Diputada por los Andes Marisa Villanueva, la directora de turismo local, Giovana Cosseddu, y el intendente de Tolar Grande Sergio Villanueva.La fiesta teñida de colores y bajo el marco de un hermoso paisaje se llevó a cabo durante la tarde, donde todos los presentes fueron capaces de «convidar» a la Pachamama y pedirle nuevamente por un nuevo año.
A las 16 hs, dio inicio la caravana de ofrendantes hacia la cima del cerro. Allí se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino. Luego se eligieron a las personas que oficiaron de convidadores, servidores, “chacheros” y “yokeras”.
La fiesta no se termina
Una vez que bajaron del cerro, los lugareños, turistas e invitados especiales, continuaron los festejos. Un gran Show que incluyó cena y baile en los salones de la comuna, no se hizo esperar. Espectáculo de “Los Sauzales”, “Paola Arias” y “Los Peñeros” deleitaron con sus canciones. Además actuó Luisa Calcumil, cantora mapuche procedente de Río Negro, La Viajerita, con su repertorio de música latinoamericana y finalizó el evento con la participación de Willy Campero. Final feliz hasta altas horas de la noche.
En la cima del cerro, los presentes proceden a colocar sus ofrendas en el mojón. Antes de abrir el pozo sagrado, el cacique clava un cuchillo en el lado este del pozo, en homenaje al Tata Inti o Padre Sol, y realiza la primera ofrenda. Luego, los presentes pasan a dejar sus ofrendas de a dos, dado que este número simboliza dualidad, complemento y equilibrio.Las ofrendas consisten en maíz, papas, habas, empanadas, locro, anchi. Luego se arrojan hojas de coca y cigarrillos. Una vez realizado el convite, los presentes deben lavarse las manos con piris o sémola tostada y poner un puñado en los bolsillos para la buena suerte. Posteriormente se da a beber a la Madre Tierra siete bebidas alcohólicas, entre las que se destacan licores, whisky, mentas y vinos. Para acompañar la ceremonia, en un brasero los chacheros se dedican a generar un humo limpiador en base a la cha cha, una planta típica de la zona. Su función es purificar el ambiente y mantener alejadas las energías negativas. Finalmente, el participante debe despedirse de la Madre Tierra tocándola y acercándose al pozo sagrado para agradecer por todo lo recibido, pedirle protección y que cumpla lo que cada uno desea. Luego las “yokeras” deben retirarle a cada uno su “yoki” o pulsera sagrada, entregada el año anterior, y recibir una nueva. La música andina y los bailes típicos acompañarán toda la ceremonia, que finalizará con el cierre del pozo.
En agosto es común el uso del “yoki”, una pulsera ceremonial de dos colores tejida de lana de vicuña, llama u oveja. Según la creencia andina, debe usarse en la mano izquierda para obrar bien y en el tobillo derecho para caminar por el buen sendero. Ayuda a encontrar el equilibrio. Si se sale o se rompe, debe ser enterrada o quemada para que vuelva a la Tierra Madre.
FOTO PORTADA: El Ministro de Cultura y Turismo de la Provincia Dr. Mariano Ovejero y el Secretario de Turismo Lic. Fernando García Soria momentos antes de realizar su ofrenda a la Madre Tierra.
POSTALES DE LA XVII FISTA NACIONAL DE LA PACHAMAMA EN TOLAR GRANDE, SALTA