LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL: Desafío del siglo XXI, como modelo de gestión. Por Lic. Claudio Di Marino

foto di marino columnistaPor Lic. Claudio Di Marino.
Estas tres palabras unidas responsabilidad-sociedad-empresa, comenzaron a resonar en la política, en el mundo empresarial y en la sociedad, a principios del siglo XX y profundizándose en las décadas de los 80 y 90. Hoy toman una relevancia importante    en los tres sectores.
En forma muy simple podemos definir estas tres palabras.
La responsabilidad esta asociada a la libertad por lo que se hace y no se hace. Por lo tanto aquí comienza a jugar la ética.
La sociedad es un conjunto de individuos que actúan e interactúan entre si para su desarrollo y  con el fin de  conformar  una comunidad.
La empresa es un conjunto de individuos que producen y tienen diferentes fines. Estos fines los podemos englobar en los siguientes: económicos, identidad, imagen, reputación, posicionamiento y  una meta que es de vital para la Responsabilidad Social Empresarial, la ética.
La Responsabilidad Social Empresarial forma una tríada que esta compuesta por: estado, empresa y sociedad.

¿Cuál es modelo de gestión que propone la RSE integrando al Estado-Empresa-Sociedad?
Se puede establecer tres variables básicas para el modelo de gestión de la RSE:
Amplia el grupo de interés de las empresas. No solo tiene en cuenta los intereses de sus accionistas sino también el de  sus empleados, proveedores y por ende extensivos a la sociedad y las generaciones futuras. Por ejemplo el Grupo ACS a través de las propias empresas del Grupo lleva acabo un desarrollo sostenible para la creación de valor con el firme compromiso  con las personas, el ambiente  y la sociedad.

Establece la responsabilidad social compartida entre los tres actores que  propone la RSE. Cada uno es corresponsable del desarrollo sustentable, ambiente y desigualdades sociales. En la Argentina se ha firmado un Programa de Responsabilidad Compartida llamado “Envión”, es una iniciativa del Estado, que apunta a garantizar el acceso a recursos para el desarrollo personal y la integración social-educativa de niños, adolescentes y jóvenes. Además, brinda oportunidades laborales, con la participación de distintos sectores del ámbito público y privado.

Promueve los valores éticos. Los valores éticos y morales ayudan a una común unión entre empresa y sociedad. Una empresa puede desarrollarse y crecer si esta en buenos términos con la comunidad. Hay casos testigos de empresas como Enron y Parmalat que su fracaso no se debió a un problema financiero, gerencial o tecnológico sino que no tuvieron en cuenta la ética y por lo tanto esta convivencia empresa-sociedad no fueron primordiales para su accionar.

El Licenciado Claudio Di Marino es Director de la Escuela de Demografía y Turismo de la Universidad Argentina J. F. Kennedy.

www.kennedy.edu.ar 

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