Y no era para menos, la banda roquera de Ciro y los Persas hizo su debut en el escenario mayor de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, plasmando en la noche del domingo 16 un show histórico en un salón totalmente colmado.
Se trató de un espectáculo de puro rock y una fiesta para las más de 5 mil almas que vibraron al ritmo de un recital que fue en ascenso, donde el grupo realizó una recorrida por sus mejores éxitos y le dio espacio también a temas de Los Piojos, que como sucede con los clásicos hicieron explotar al público. «Antes y Después» sonó casi en penumbras y ni bien se esparcieron en el aire las primeras notas la gente vibró y coreó cada una de las canciones que interpretó magistralmente Andrés Ciro Martínez, quien no se privó de nada y hasta agradeció la posibilidad de volver a Catamarca.
“Muchísimas gracias Catamarca por este reconocimiento y este amor. La última vez que estuve fue hace como 10 años. Tengo que volver, quiero conocer Las Pirquitas, Andalgalá. Me gusta Catamarca” dijo tras recibir de manos de las secretarias de Gestión Cultural y de Gestión Turística, Daiana Roldán y Evangelina Quarín, una chakana realizada en cobre con incrustación en rodocrosita, un reconocimiento que otorga la fiesta a artistas de talla internacional como Ciro.
El show continuó y tuvo otro momento mágico cuando sonó “Mírenla” y Ciro bajó del escenario para estar más cerca de su público. El coro popular se lució una vez más y acompañó a viva voz, mientras se multiplicaban las luces de los celulares de un lado a otro.
Las sorpresas y emociones continuaron cuando Ciro interpretó junto a su hijo, Alejandro Ciro Martínez, temas “Como Alí” y “Pistola”. Hizo una versión de “Juana Azurduy” y “Astros” fue la canción elegida para despedirse, junto a un fragmento del Himno Nacional con el inconfundible sonido de su armónica.
El Poncho tuvo una de esas noches mágicas que muchos no olvidarán y se debió a un show que, para los amantes del rock, representó “una joya”. El reloj marcaba casi las 2.30 horas cuando las luces de a una fueron apagándose y la gente se despidió, llevándose en sus oídos aquellas melodías de lo que fue un concierto de rock inolvidable.
Promediando la jornada, el clima festivalero se mantuvo en alto a partir de diversas propuestas artísticas locales, entre las cuales sobresalieron Los Hermanos Rodríguez y el conjunto La Troya con su show titulado “Catamarqueños y pa´ que más”. Sus clásicas chacareras y zambas se transformaron el disfrute de los amantes del folclore, quienes se dieron la posibilidad de bailar en cada especio libre que ofrecía el salón.
También tuvo una destacada presentación el proyecto musical Herederos, un dúo belicho conformado en 2018 e integrado por Santiago Acosta y Ariel Vega. Con una puesta en escena en la que sobresalió la chacarera “Allá en mi Catamarca” (de autoría de José Acosta) y dejó en evidencia su permanente crecimiento artístico y su inocultable pasión por la música popular de tierra adentro.
La fiesta tuvo continuidad en las voces de la cantautora Warmi Sosa y la joven Noelia Tula, como también con una sobresaliente puesta en escena que llevó adelante la delegación artística proveniente del departamento de Tinogasta.
La noche contó con la presencia, además, de la Banda de Música de la Policía de Catamarca, la Compañía de danzas femeninas «Eulalias», el show de Charly Play (humor a cargo de Carlos Tapia), y el color y la danza propuesto por el Ballet «El Montaraz» que arribó desde la ciudad de Belén. Todos aportaron una muestra de su arte para que la tercera luna del Pocho sea un verdadero éxito.
Fotos: Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte / Ariel Pacheco