En medio de la paz mezclada con la sensación de aventura que genera la selva y la conexión natural, se ven tucanes y monos, se escucha un loro alisero y los viajeros se llenan de curiosidad al saber que están nada menos que en la casa del yaguareté.
Las Yungas, el bosque pedemontano, tienen un magnífico exponente en el Parque Nacional Calilegua, en Jujuy. Creado en 1979, este PN se ubica en el departamento de Ledesma, a unos 108 km de la capital provincial. Abarca un área de 76.307 hectáreas, desde el cordón montañoso de la Serranía de Calilegua hasta los verdes valles tropicales. Es la más grande superficie protegida de Yungas y el área de mayor biodiversidad de la Argentina: abarca zonas montanas, bosques nubosos y planicies selváticas.
Una red de senderos de diversa dificultad permite –a los aficionados al trekking y a los viajeros amantes de la naturaleza en general- recorrer este PN: senderos al Mirador, La lagunita, Tataupá, La Junta, La Herradura, La Cascada y el Momota.
Calilegua es, también, un paraíso para la observación de aves, con 350 especies contabilizadas, muchas de ellas posibles de ser avistadas solo en las Yungas.
Para los birdwatchers, dependiendo de la época del año en que se visite el parque, el recorrido en busca de aves varía: durante los fríos inviernos las aves de altura migran hacia las zonas bajas, mientras que en el verano retornan a su hábitat. Además de la rica avifauna, en este parque pueden avistarse los grandes felinos andinos: el puma y el yaguareté; el huemul del norte, una especie declarada Monumento Natural, es habitante de Calilegua. También hay tapires, monos caí, pecaríes, lobitos de río y curiosas especies de ranas trepadoras.
El PN Calilegua cuenta con área de camping y servicios básicos. En los alrededores, varias empresas ofertan servicios de trekking, cabalgatas y mountain bike.
VIVA JUJUY | #InviernoEnArgentina