Por Fabiana Chércoles desde Bariloche.
La red de refugios de montaña más importante del país está en Bariloche. Cada año es visitada por miles de caminantes que llegan de todo el mundo para maravillarse con sus senderos, vistas, cursos de agua y sentir que el cielo está realmente al alcance de la mano. El sol acompaña cada paso y las estrellas son testigo de una verdadera aventura irrepetible en la vida de cada caminante.

Una de las particularidades de esta verdadera “red” de refugios es que todos están conectados por senderos que permite unirlos sin necesidad de volver a la ciudad. Uno, dos o todos los refugios de San Carlos de Bariloche, a tu alcance.

El recorrido de los trayectos van desde 2 horas y media hasta 5 ó 6 horas caminando.

El refugio Agostino Rocca es el más nuevo de la red de refugios. Está ubicado sobre la ladera este del Cerro Tronador. Tiene capacidad para 80 personas, un restaurante y una cocina de uso común. Desde este refugio se pueden observar los cerros Constitución y Parque, el glaciar Frías, los picos Argentino y Chileno del cerro Tronador.

El Refugio Berghof está construido mayormente en madera. Las noches en el refugio son la combinación perfecta entre música, gastronomía y una vista única de Bariloche. El Berghof fue la casa del pionero andinista Otto Meiling.

El Refugio Frey es uno de los más pintorescos de la región: una verdadera obra maestra del tallado del granito. Interiormente está revestido en madera y su techo es de tejuelas. Puede albergar cómodamente a 40 personas y está cerca de la cumbre del Cerro Catedral.

Refugio Otto Meiling: se encuentra ubicado en el cerro Tronador, entre los glaciares Castaño Overa y Alerce, a 2000 metros sobre el nivel del mar.

El Tronador ofrece un terreno glaciar óptimo para la práctica de la escalada en hielo. Esta zona es escenario de numerosas excursiones y aventuras.

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Fotos: Emprotur Bariloche @sentiargentina