Por Fabiana Chércoles desde Salta.

UNA BÚSQUEDA DE CUMPLIR UNA PROMESA, AGRADECER A DIOS, MEDITAR Y REFLEXIONAR, SUMERGIRSE EN UN VIAJE CULTURAL O SIMPLEMENTE VIVIR UNA EXPERIENCIA DISTINTA… UN MOTIVO MÁS PARA ENAMORARTE DE SALTA.

En Salta hay tiempo para todo, hacer nuevos amigos, disfrutar de su gastronomía regional, pasear por infinidad de paisajes, recorrer su historia y cultura. Pero es probable que no puedas ni imaginarte como el tiempo en Salta se detiene cuando se aproximan las fechas religiosas, te diría casi en forma atrevida, las más importantes de esta ciudad. En cada negocio que visitas, el calendario gira alrededor de la Conmemoración de la Virgen y el Señor de los Milagros: “Festividad del Milagro”.

No podes menos que contagiarte de esta devoción. Si hay algo que admiro y me conmueve es ver la Fe manifestada en su máxima expresión en peregrinaciones. “Tan linda que enamora” son cada una de las Iglesias que marcaron una práctica del catolicismo desde tiempos muy remotos. Sin embargo otro acontecimiento que me llama la atención es que Salta, debería estar contagiada de la frialdad de las grandes urbes en algunos aspectos; sin embargo, conserva lo que los porteños vamos perdiendo: la Fe. Ya me he desacostumbrado a escuchar…”Si Dios quiere….”.

No es ningún descubrimiento lo que reflexiono, lo dijo el Papa Francisco hace días, que la iglesia a perdido adherentes. Pero allá, en los lugares más insólitos que se te puedan ocurrir, hay una oración en agradecimiento a sus patronos. Lo viví en “Balderrama”, una peña con show estupendo para disfrutar de nuestra tradición musical norteña. Su conductora, terminada la noche, agradeció a la Virgen y el señor de los Milagros haber pasado todos una noche agradable y divertida.

Para mi era un milagro escuchar esa manifestación en una ciudad que lo tiene todo desde modernidad y tesoro cultural. Al día siguiente, me acordé de las palabras del Papa en las Jornadas Mundiales de la Juventud. No soy joven, pero me pregunté ¿cómo puedo hacer lío yo? Y… escribiendo sobre estas pequeñas cosas que hacen grande a Salta.

Recorrela y disfrutá de momentos de espiritualidad, de reflexión y devoción. Paso a paso encontrarás en cada rincón de Salta una palabra de Fe. La Festividad del Milagro es conocida en todo el mundo y reúne a más de 200.000 fieles cada año. Los peregrinos vienen desde San Antonio de los Cobres caminando durante cuatro días. Unos 170 km son motivo de sus plegarias para estar en esta fiesta religiosa, contagiate de esta emoción. Ah!… y llevá pañuelo blanco para agitar y acompañar esta ceremonia. Lo más importante es llegar a Salta, el resto viene con su gente.

Historia del Señor y la Virgen del Milagro.
Fray Francisco de Victoria, quien era Obispo del Tucumán, fue el único Obispo que estuvo presente en una fundación de Ciudad en nuestras tierras, como fue Salta en 1582. Terminado su servicio pastoral, ya en España, mandó dos cajones para América: uno con la imagen de la Virgen del Rosario para Córdoba, y otro con el Señor Crucificado para la Iglesia Matriz de Salta, como regalo.

Las comunicaciones no eran como hoy las conocemos, y un día cualquiera en el puerto de Callao, se divisaron dos cajones flotando sobre las aguas. Sacados estos del océano, los abrieron y se dieron con la grata sorpresa de las dos imágenes que enviaba el Obispo Francisco de Victoria. Nunca se supo del navío que las traía ni de su tripulación, pero sí podemos decir que reprodujo el primer prodigio. A través de los mares, llegaban estas imágenes para mostrar su misericordia a quienes creyeran. La sensación de amparo y bendición que produjeron las imágenes en el Callao hizo que fueran portadas en procesión por los pobladores hacia Lima, la capital. Cuentan que al llegar, las imágenes fueron veneradas por tres santos: Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo y San Martín de Porres. Finalmente las autoridades decidieron cumplir con la voluntad del antiguo Obispo del Tucumán, haciendo llevar las imágenes a sus respectivos destinos: el Crucificado a Salta y la Virgen del Rosario a Córdoba. Ya en 1592, cuando la comitiva se acercaba a Salta, autoridades civiles militares y eclesiásticas prepararon una improvisada bienvenida en el Valle de Lerma. En septiembre de ese año, después de un solemne oficio religioso, ubicaron la imagen del Cristo Crucificado en el altar de las Ánimas. La comitiva continuó su camino a la Ciudad de Córdoba llevando a la Virgen del Rosario y la  dejaron en el Convento de los Padres Dominicos. Comenzó el olvido…cien años pasaron desde el encuentro original entre el “Señor del Milagro” y su pueblo. Como sucede con los hombres, el entusiasmo se fue enfriando y el Cristo quedó en el Altar de las Ánimas. Y como dice aquel poema encontrado en una garita en Gibraltar “Todos los hombres adoran a Dios y al soldado en momento de peligro, pasó todo, todo marcha bien, se olvidan de Dios y se desprecia al soldado”.

Terremoto en 1692, recuerdo que Salta nunca olvida: “El Milagro”.

Hoy, “Nuestra Señora del Milagro”, fue según la tradición, la imagen de la Pura y Limpia Concepción. Ya estaba en Salta y pertenecía a una familia asentada. Dicha familia celebraba la fiesta de la Natividad de la Virgen María (8 de septiembre) llevando la imagen a la Iglesia Matriz. Por esos caminos de Dios desconocidos, en 1692, esa imagen quedó unos días mas en el Templo. Cuando comenzaron los terremotos del 13 de septiembre de 1692, a las 10 de la mañana, todo vibró. La ciudad de Esteco, centro geográfico-comercial y como consecuencia en aquellos tiempos: rica y apartada de Dios, se hundió, quedando totalmente arruinada.

Según los historiadores, la zona de Esteco,se ubica en el actual paraje El Vencido, a unos 32 kms. al Sur de El Quebrachal (Depto. de Anta, cuya capital es Joaquín V. Gonzáles, Salta) y a 12 kms. de las márgenes del Río Juramento. Pero en Salta, en estos días de angustia, fueron evidentes los signos de la protección del Señor y de la Virgen sobre la ciudad. La gente, desolada, se dirigió a la plaza y algunos entraron en la Iglesia Matriz para sacar el Santísimo Sacramento. Se hizo luego una procesión con Jesús Sacramentado alrededor de la plaza. Quienes entraron delante del Tabernáculo pudieron observar a la imagen de la Pura y Limpia Concepción, caída de su hornacina, intacta y en actitud suplicante…su corona real se encontraba al pie del Sagrario como ilustra el Himno: “Perdona  -decías- mi Dios a este Pueblo; sino la corona de Reina aquí os dejo”. Al acercarse a la imagen contemplaron con asombro que el rostro de la Virgen cambiaba de colores, del pálido de la aflicción, al tono más sereno de su gozoso consuelo y de su afán de amparo  e intercesión. Mientras se instalaba la Imagen de la Virgen en el Atrio, se comenzó la Predicación de la Palabra, el llamado a la Penitencia y la Celebración del Sacramento de la Reconciliación para la Santa Misa. Pero los temblores no cesaban. El estado intacto de la imagen y el cambio de posición de sus manos en actitud de oración, fue una señal.

Uno de los Padres de la Compañía de Jesús, el padre José Carrión, afligido por la situación, sintió la voz que con toda claridad le decía: “mientras no sacasen al Santo Cristo, abandonado en el Altar de las Ánimas, no cesarían los terremotos”.  El sacerdote, con una llama de esperanza encendida en él, comunicó urgente el mensaje recibido. Una vez más entraron al templo, se dirigieron al Altar de las Ánimas.  En la penumbra, contemplaron la imagen con el Señor Crucificado, que con dificultad pudieron bajar, acomodándolo  para sacarlo de la derruida Iglesia. El pueblo acudió al Templo con antorchas encendidas, contemplando admirados la Cruz y la Virgen. Mientras pasaban los minutos los terremotos iban apaciguándose. Tres días se continuaron con los rezos y por último se realizó una gran convocatoria.  Las campanas llamaron a penitencia, invitando a la primera  procesión, a la cual acudieron las autoridades civiles, militares y pobladores, presididos por los sacerdotes. Una multitud llorando afligidos, golpeándose el pecho, clamando misericordia. Así nace el Milagro de la conversión de un pueblo, desde el llanto, la esperanza y la penitencia.

La Alianza.
Toda manifestación de amor, en las Sagradas Escrituras, siempre se sella mediante un pacto, que constituye la Alianza. En el pueblo de Salta, el Pacto de Fidelidad entre aquellos primeros hombres y mujeres son el Señor y la Virgen, se selló con la Promesa de Amor Eterno. Este es el pacto secular, que sus antepasados, sus abuelos, sus padres, y todo Salta emocionada, renueva año tras año en la clausura de cada Milagro.

En 1902, a pedido del Obispo de Salta Mons. Matías Linares, el Papa León XIII concede la Coronación Pontifica de la Virgen del Milagro. Así, el 13 de septiembre en presencia de los Obispos Argentinos se coronan al Señor y la Virgen del Milagro.

Conmemoración del Señor y la Virgen del Milagro.

Todos los años Salta recuerda la Misericordia del Señor a partir de un hecho que aun conmueve a todos los creyentes. La Catedral de Salta se viste de fiesta. El 27 de julio ppdo. se entronizó las imágenes.

La Catedral, en su interior es custodiada  por el Señor y la Virgen del Milagro, patronos tutelares de la ciudad desde 1692. Hasta el 2 de septiembre peregrinaran escuelas, colegios, movimientos e instituciones. Desde el 6 al 14 se podrá participar de las novenas. 

El 14 la “Solemnidad de la Santísima Virgen del Milagro” Y como todos los años, el 15 de septiembre se renueva el pacto de fidelidad, “Solemnidad del Señor del Milagro” luego de una multitudinaria procesión en su honor, en donde peregrinos y fieles participan con gran devoción.

Solemnes Cultos Año 2013.
Hasta el 2 de septiembre: Peregrinación escuelas, colegios, movimientos e instituciones.
Viernes 30 de agosto: 14.30 hs. “Milagro con los niños”, para pre-jardines y jardines.
Sábado 31 de agosto: “Milagro con los Jóvenes”
Vienes 6 al sábado 14 de septiembre: Novena 6.30 y 15.30 hs /Misa con Novena: 11-17-20.30 y 22 hs./ Misa sin Novena: 7-8-9-10 y 19 hs.

Viernes 13 de septiembre: Solemnidad de la Santísima Virgen del Milagro – Misas: 7-8-13-17-19-20:30 y 22 hs. Misa Estacional: 10 hs. Procesión de Penitencia: 20:30 hs. (Concentración en la Parroquia San Juan Bautista de la Merced, Caseros 869).

Sábado 14 de septiembre: Fiesta de la Exaltación de la Cruz – Misas: 7-8-13-17.30-19-30.30 y 22 hs. Misa Estacional: 10 hs. El Santuario permanecerá abierto; es noche de vigilia y oración.
Domingo 15 de septiembre: Solemnidad del Señor del Milagro – Misas: 00 hs- 1.30 hs- 2.30 hs – 4:30 hs – 5:30 hs. Misa Estacional: 10 hs. Cierre del Santuario para preparar la procesión: 12 hs. Inicio de Procesión 15:30 hs. Misa del Peregrino: 20:30 hs. Cierre del Santuario 22 hs.

Información general sobre la Catedral y Misas: http://catedralsalta.org/catedral/horarios/

Fotos: Fabiana Chércoles y Gobierno de Salta.

VIDEO: Gobierno de Salta. Procesion del Milagro – regreso imágenes