Se trata de una lápida de piedra que corresponde al pórtico de acceso del templo mayor y que tiene grabada la sigla IHS. La placa fue donada al Museo Histórico Nacional en diciembre de 1901. La diputada Noelia Leyría (FR) considera que esta medida representa un “acto de total justicia” para con la Nación Guaraní.

La diputada provincial Noelia Leyría (FR) plantea a través de un proyecto de ley la restitución de una placa arqueológica que corresponde a la Misión Jesuítica de San Ignacio Miní y que se encuentra en la actualidad olvidada en el Museo Histórico Nacional.

La lápida de piedra que se reclama pertenece al pórtico de acceso del templo mayor que tiene grabada la sigla IHS, que corresponde a las tres primeras letras de la palabra Jesús, en griego, y que fue adoptada en su sello por San Ignacio, con lo que devino en símbolo de la Compañía con el agregado de la cruz y tres clavos.

La placa fue quitada de su lugar de origen y llevada por barco a Buenos Aires para ser donada el 16 de diciembre de 1901 al Museo Histórico Nacional.

Si bien en 2006 un grupo de legisladores nacionales elevó al Congreso un proyecto de ley para restituir la placa a su lugar original, hasta al momento lo planteado no pudo hacerse posible, pese a que en septiembre de 2007 la comisión del Cultura de la Cámara Baja firmara un dictamen favorable dando lugar al pedido de los diputados.

La legisladora señala que de hacerse efectivo su reclamo el Poder Ejecutivo Provincial, a través del programa Fondo Misiones Jesuíticas, será quien deberá arbitrar los medios necesarios para que el Museo Histórico Nacional restituya la pieza arqueológica y se coloque así en su ubicación original.

Asimismo, propone que el Ejecutivo a través del programa Fondo Misiones Jesuíticas avance con un pormenorizado inventario de todas las piezas arqueológicas sustraídas de las Misiones jesuíticas -cuyas ruinas se encuentren en el territorio provincial- precisando el lugar en que actualmente estén depositadas.

“La obra jesuítica y la sagrada memoria de la Nación Guaraní merecen esta reparación histórica por ser expresión de una construcción cultural, que como nunca en la historia de la humanidad buscó la liberación y la inclusión de un pueblo en la civilización por medio de la educación, siendo esta la mejor herencia que recibimos de nuestros ancestros, guaraníes y jesuitas”, resaltó la legisladora en uno de los párrafos de los fundamentos de su proyecto.