Cerca de las 10 de la mañana, abrió las puertas el segundo día del Festival Provincial del Chef Patagónico. Los primeros concurrentes se concentraron en el espacio de Dulzuras de la Patagonia donde pudieron disfrutar de un típico desayuno cordillerano.
A las 11 se dio inicio al espacio de Formación y Capacitación donde estudiantes, chefs y representantes de diferentes instituciones abordaron temáticas relacionadas a la gastronomía.
El Ministerio de Turismo de la Provincia de Neuquén, disertó sobre el “Sello de Distinción de la Gastronomía Neuquina y la calidad como objetivo”. Luego llegó el turno de un grupo de alumnos del CPEM 90 de Villa Pehuenia Moquehue, que presentaron la primera edición de la revista Artigurmet, que compila recetas ocurrentes y recupera la tradición culinaria a través de recetas de adultos mayores del pueblo.
Luego llegó el turno de Mariano Diletti enólogo de la Bodega Familia Schroeder que disertó sobre “Malbec, bandera argentina en el mundo”. Como siempre, Chile también tuvo su espacio de la mano de Pucón Chefs que expuso sobre la historia, misión y visión de su agrupación.
Durante la entrega de diplomas estuvieron presentes el Intendente de Villa Pehuenia Moquehue, Sandro Badilla; la Ministra de Turismo de la Provincia de Neuquén, Marisa Focarazzo, el Alcalde de Pucón Carlos Barra Matamala y la Secretaria de Planificación y Acción para el Desarrollo de la municipalidad de Villa Pehuenia Moquehue, Natalia Fenizi, entre otras autoridades.
Poco después, llegó el turno del INACAP Temuco que trajo su Congrio Nerudiano, nombre en honor a la pasión que el poeta chileno tenía por este producto tan típico de las aguas del pacífico. Como siempre, los experimentados chefs de INACAP sorprendieron a los presentes con su cocina tradicional.
Pasadas las 17 hs, Gustavo Rapretti subió a la cocina del Festival con un auditorio lleno. Lúcido y muy convincente con su arte culinario, el chef puso sobre la mesa gran variedad de productos del mar. Los platos fueron de sabor marcado, trayendo a los paladares el carácter chubutense. “Este festival es importantísimo, volver a las tendencias antiguas de fuegos, valorar la mano de obra del producto hacia la llama es fundamental, eso es Patagonia, eso es fuego, eso es pasión, así que es para sacarse el sombrero”.
Fue una jornada cargada de emociones y buenos momentos que se reflejó en los aplausos y la alegría que expresaron todos los concurrentes a lo largo del día. Como expresaron los organizadores a varios medios, esta edición superó las expectativas, lo que significa un acierto haber pensado esta edición como una conexión de las identidades culinarias patagónicas.