Por Jerónimo Pujol (Especial)
El Parque Nacional Talampaya, ubicado en la provincia de La Rioja, Argentina, es una verdadera joya natural que cautiva a los visitantes con su imponente belleza y su valor histórico y geológico.

El área protegida posee una geología de formaciones del período Triásico de la Era Mesozoica (250 mill. de años) y un registro de fosilizaciones considerado, junto con el Parque Ischigualasto (Valle de la Luna), el mayor de este período en el mundo. Sergio Torres, Key Account Manager de Runacay, una agencia de turismo y viajes local, dice que estas características le valieron «su distinción como Sitio Patrimonio Mundial por la UNESCO».

En las 213.800 hectareas que abarca se expresan distintas áreas fitozoogeográficas como la del Monte de las Sierras y los Bolsones. También presenta varios sitios arqueológicos con grabados rupestres, donde es posible observar manifestaciones de pueblos originarios que, en su paso, representaron parte de sus actividades agro-pastoriles, fauna, símbolos y escenas que se suponen del tipo ceremoniales.

«Con los más grandes e imponentes cañones y quebradas de la República Argentina, vestido en policromías sorprendentes donde predominan los colorados, con cortes verticales y alturas imponentes» el Parque Nacional Talampaya es, «sin dudas, junto a Iguazú y Los Glaciares, unos de los tres grandes escenarios naturales del país», explica Sergio Torres.

En sus terrenos áridos y desérticos, Talampaya alberga una gran variedad de especies adaptadas a las duras condiciones del lugar. Entre los animales que habitan en el parque se encuentran el guanaco, el zorro, el puma y una amplia variedad de aves, que hallan en este ecosistema un refugio natural.

Sobre la oferta turística, Torres explica que es muy amplia pero que «en todos los casos es requerimiento del parque, visitar los recorridos en excursión acompañado por un guía habilitado». Y agrega que «los paseos principales se pueden realizar caminando mediante recorridos de baja dificultad y según el paseo elegido, de baja o media exigencia», contó.

Aquí los visitantes del parque pueden recurrir a la empresa «Runacay: Turismo de Encuentro», de la cual, Sergio explica que «es permisionario oficial del Parque Nacional Talampaya desde 2005 aproximadamente» y se especializa «en el suministro de servicios de calidad y de bajo impacto con la naturaleza».

Entre sus recorridos, por los pasajes más emblemáticos del parque, se puede conocer el circuito “Cañon Talampaya Trekk” (3hs de duración/exigencia baja); la Quebrada Don Eduardo Trekk (3hs/exigencia baja); el CañonTalampaya + Quebrada Don Eduardo (4.30hs/exigencia media); el Full Trekk Gran Mirador (5.30hs/exigencia media); el circuito de “Ciudad Perdida” (4.30hs/exigencia baja) y la experiencia que atrapa a los visitantes de los últimos años, el Talampaya Nocturno que consta de una caminata por el CañonTalampaya (2.30hs/exigencia baja).

El experto Torres comenta que «el mayor recurso turístico que ofrece el parque es su riqueza escénica» lo que termina de convertirlo en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la aventura. Su espectacular paisaje, su diversidad biológica y su relevancia arqueológica lo transforman en un lugar único en Argentina.

Visitar este parque es sumergirse en un viaje a través del tiempo y conectarse con la majestuosidad de la naturaleza en su estado más puro.

Más info:
Runacay.tur.ar
https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales/talampaya
https://turismo.larioja.gob.ar/

(Especial) Jerónimo Pujol es periodista del Seminario Ruta 40 UNLP.

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