El Turismo de Salud, los Spa y el Termalismo están teniendo en el mundo un posicionamiento cada vez más firme. Preservar la salud y lograr el bienestar de sus habitantes es uno de los máximos intereses, fundamentalmente, de los países desarrollados y un anhelo de aquellos que están en vías de serlo.
Según los últimos informes de la OMT, este nicho de mercado se mantiene en permanente crecimiento a pesar de la crisis que afecta al sector turístico en general.
En la actualidad los conceptos de Turismo de Bienestar, tanto como los términos: Termalismo, Wellness y Talasoterapia se asocian cada vez más con mantener una imagen saludable y poder soportar los embates de la vida diaria. Esto hace que el nicho de mercado responda cada vez más a un público notoriamente más joven y que, sobre todo, las prácticas del Termalismo no queden relegadas sólo para los adultos mayores.
La actividad de los Spa dentro de los hoteles y el desarrollo de los complejos termales, en diferentes destinos turísticos, se presentan como una nueva oportunidad de negocio, no sólo en los destinos con recursos naturales (aguas termales, fangos, agua de mar, etc.) sino, también, incorporándose a la hotelería moderna con la implementación de los Spa o Áreas Wellness.
Estas áreas requieren, para lograr un funcionamiento exitoso, implementar una serie de requisitos que afectan tanto a los recursos, al equipamiento y a la infraestructura como a la capacitación de los recursos humanos y a la puesta en marcha de estrategias de marketing, que les permitan posicionarse en el medio. Todos estos son los conocimientos que se pretenden ampliar en este Simposio.
El termalismo
El termalismo es el uso, para fines lúdicos o terapéuticos, del agua termal, que es considerada como un agua subterránea, naturalmente pura, con una estable composición físico-química y reconocida por sus cualidades terapéuticas.
En un mundo cada vez más activo y competitivo, el termalismo, al igual que otros sectores económicos, va experimentado cambios cada vez más importantes, variando sus modalidades desde haber sido un producto mayoritariamente para la tercera edad a un recurso muy apreciado por la gente más joven, a la hora de combatir el stress y rezagar el envejecimiento. Se puede comprobar, tanto a nivel internacional como nacional, que el número de visitantes a los centros o complejos termales ha ido aumentando año tras año.
Con el fin de ofrecer un producto de calidad superior, renovaciones y mejores servicios para los usuarios, es necesario profundizar la colaboración entre los inversores privados y los distintos organismos públicas que tienen relación con el Termalismo y el Turismo de Bienestar en general, ya que ésta puede ser un importante factor de dinamización del sector turístico y fundamentalmente de las economías regionales.
En nuestro país, la hotelería se encuentra en constante crecimiento y los nuevos establecimientos, adhiriendo a la tendencia internacional, incluyen un sector destinado a Spa o Área Wellness. Además, Argentina dispone de un enorme potencial en recursos termales, aunque no todos estén explotados actualmente, un extenso litoral marítimo incontaminado, que podría ser el marco ideal para desarrollar numerosos establecimientos de Talasoterapia, y ciudades serranas con microclimas privilegiados que pueden ser sumamente propicias para establecimientos de relax y para cambiar hábitos erróneos de vida, en pos de una forma de vida más sana y natural.
Las inversiones en nuevas tecnologías y toda esta materia prima que está al alcance de quien quiera aprovecharla, deberán ser complementadas con capacitación de profesionales y personal hotelero, con inversión en infraestructura acorde e información sobre el tema y sus alcances económicos, para quienes serán sus actores principales.
Hoy el Turismo de Bienestar y Termalismo es una realidad en el mundo y en la Argentina, con un gran potencial y que, sin dudas, representa una nueva oportunidad de negocios para el sector hotelero y gastronómico. Bajo estas premisas se desarrolló el III SIMPOSIO DE TURISMO DE BIENESTAR Y TERMALISMO, donde se puede resaltar algunas conclusiones a detallar, por ejemplo:
A. Trabajar en la actualización del estudio de oferta y demanda de este importante segmento de negocio.
B. Impulsar en todos los destinos y empresas la implementación de normas y aplicación de buenas prácticas, plasmadas en las Directrices de Calidad. También prestar atención a los lineamientos de acción, en base a la importancia de realizar estudios de impacto ambiental e implementar planes de gestión que incluyan un monitoreo permanente de las surgentes y del manejo de efluentes, fundamental para el futuro de esta actividad.
C. Entender que la inversión en Calidad es un factor de aporte a la excelencia en la cadena de valor del negocio, considerando como eje central la satisfacción del cliente, el aumento de la demanda, la generación de mayores ingresos y el consecuente incremento de puestos de trabajo.
D. Intensificar las acciones de sensibilización y capacitación para mejorar de manera sostenible el capital humano que brinda servicios y forma parte del proceso de creación de experiencias en toda la diversidad de la oferta de Turismo de Bienestar y Termalismo.
E. Plantear la necesidad de llevar adelante campañas integrales de comunicación destinada a instalar en el consumidor de viajes internos la existencia de importantes y diversas experiencias relativas al Turismo de Bienestar y Termalismo en la Argentina.
En consecuencia, es importante trabajar en forma conjunta y coordinada con Autoridades Nacionales, Provinciales y Municipales para que sea la mejor manera de lograr un desarrollo armónico y sustentable de este segmento de la industria turística.
Teresita Van Strate, es consultora en Wellness, Termalismo y Talasoterapia / Asesora y capacitadora de FEHGRA.