
Termas de Río Hondo se ha constituido en un centro turístico donde podes disfrutar de diferentes experiencias. Es decir, realizar cosas que te hagan feliz. Y yo elegí, vivir una experiencia inolvidable, con mucha adrenalina.
A todo «fierrero» nos gusta y nos gustará siempre dar una vuelta en un auto de carrera, sentirse por dos minutos (lo que dura la vuelta para nosotros en este trazado), un Traverso, un Ortelli, un Silva, un Rossi. La pista de 4,806 kilómetros de extensión que tiene el imponente Autódromo Internacional de Las Termas de Río Hondo; el mejor circuito de Sudamérica, que ha recibido al Gran Premio de la República Argentina de MotoGP y a la categoría WTCC que tiene al flamante Campeón mundial, «Pechito» Lòpez fue el marco adecuado para tal experiencia como copiloto de un Top Race Noa.

Cuando te pones el casco, cuando te atan, cuando te dicen en broma «este piloto es la primera vez que lleva copiloto y volcó las dos últimas veces que salió a girar» te sentís en tu salsa. Y llega la hora de girar.
Desde la salida de boxes que te lleva a la primera curva, sentís la sensación de vértigo, que la velocidad te embarga.

La visita al autódromo de Termas de Río Hondo es obligada y recomendable, porque vale la pena ir a conocer el lugar, ya que está finamente preparado para recibir a los visitantes, más aún a los del mundo fierrero. Y a los que no pueden «girar» hay un simulador que despierta una idea básica de lo que se puede llegar a sentir en la pista, y un museo con verdaderas joyas del automovilismo nacional e internacional, al cual se puede recorrer íntegramente.
Ya está, decidite conocer o volver a Termas de Río Hondo.
