Durante mi reciente viaje por España visité la región de La Rioja, la cual es una comunidad autónoma de España situada al norte de la península ibérica que limita con el País Vasco al norte (Rioja Alavesa), con Navarra al Noroeste y Aragón al Sureste (Zaragoza) y también con Castilla y León al Oeste y al Sur (Rioja Burgalesa y Soria). Recorrer las rutas riojanas permite descubrir pueblos que parecen detenidos en el tiempo como San Asensio, donde todos los jueves por la noche los habitantes salen a disfrutar los «pincho/potes». Todos los bares del pueblo, hay de a cuatro por cuadra, ofrecen un «pote» (medida de cerveza o pequeño vaso de vino de la casa) más un «pincho» (tostada coronada con tortilla o jamón ibérico o cualquier otra delicia típica de la zona) por nada más que 1,20 €. Es común visitar varios bares por noche y pasar un agradable momento con amigos. Otro pueblo con encanto es Briones, allí se pueden visitar varios palacios o La Casa Encantada, un edificio barroco de 1775 que ha sido convertido en museo etnológico. En este pueblo se destaca la bodega Dinastía Vivanco que alberga el Museo de la Cultura del Vino, un completísimo museo de cuatro pisos que los amantes de los buenos vinos no pueden dejar de visitar.

Durante mi estadía, fui recibido por Agustín Santolaya, Director General de Bodegas Roda en las instalaciones de la bodega y bajo la experta guía de Vega Angulo pude conocer una bodega cuyos vinos siguen presentes en mi memoria. La bodega, propiedad de Mario Rollan y Carmen Daurella (las primeras dos letras de cada uno de los apellidos dan nombre a la bodega), elabora distintas líneas de vino, cada una con personalidad y carácter. Cada año se elaboran unas 300.000 botellas de las cuales se exporta el 50% a Estados Unidos, Suramérica, Asia y Suiza.
Roda posee 17 viñedos distintos desde donde proviene la materia prima de sus vinos. Cada uno de ellos se fermentan en tinas separadas y luego se mezclan para la crianza en barricas. El equipo enológico comandado por Carlos Díaz y compuesto por 8 profesionales, luego realiza las catas y análisis de laboratorio necesarias al momento de realizar los cortes.

La bodega cuenta con un Wine Bar que se abrió como respuesta al enoturismo y en el cual se pueden degustar los vinos que allí se elaboran. También hay una sala de exposiciones en la que en la actualidad, y hasta el mes de noviembre, se desarrolla la muestra fotográfica «Maridajes en femenino» con obras de diferentes artistas y épocas en las que las mujeres son únicas protagonistas.


Dentro de los productos que la bodega ofrece, también pude probar dos aceites de oliva: Aubucassa (100% elaborado con la variedad Arbequina de la DO de Mallorca) y Dauro, un tanto más intenso, elaborado con las variedades Arbequina, Koroneiki y Hojiblanca provenientes de la zona de Gerona.

También, como contrapunto, visité la bodega Lopez de Heredia-Viña Tondonia, la cual es justamente lindera a Roda pero con una filosofía de elaboración de vinos completamente distinta: tradición e historia familiar transmitida de generación en generación son su sello característico.
La bodega está actualmente a cargo de la cuarta generación de la familia, María José López de Heredia es quien se encarga de la gerencia, Mercedes es la enóloga a cargo de la elaboración de los vinos y Julio es quien se ocupa de supervisar el trabajo en las fincas.

En Viña Tondonia el proceso de elaboración de vinos es un acervo familiar, una mística presente en la labor diaria arraigada en la tradición y la convicción de la validez y vigencia de sus métodos. Para citar sólo tres ejemplos que dejan a las claras este concepto puedo contar que las uvas aún hoy se cosechan en «comportas» de madera (recipientes de forma similar a un gran balde con capacidad para 80/90 kg de uva), que los filtros que se utilizan al descubar están elaborados con los sarmientos (ramas) de las vides y que para bajar la temperatura de la sala donde se encuentran los toneles, se abren las puertas ubicadas en cada extremo de la sala para formar una corriente de aire suficiente para mantener los toneles frescos, no existen modernos sistemas de refrigeración como se podría suponer.

En López de Heredia se elaboran 800.000 kg de uva al año, los cuales equivalen a un número aproximado de 400.000 botellas.
La bodega cuenta con dos toneleros dentro de los empleados fijos de su staff, ellos son los encargados del mantenimiento de los toneles y de la elaboración de las barricas.
Tuve la suerte de ingresar a la «Sala de grandes reservas», el lugar donde se guardan las «joyas» etílicas de la familia López de Heredia. Fue impresionante ver como se respeta y conserva el ambiente creado en años en un calado subterráneo de 6.900 metros cuadrados donde la temperatura constante es de entre 12 y 13 grados. Pude observar el penicillium (formación de hongos) sobre las paredes y los techos, y telarañas en todo el ambiente, este estado asegura que no habrá polillas que puedan perjudicar a las maderas o los corchos.

El tercer y último vino que probé elaborado en la bodega fue el Viña Tondonia Reserva 2002, el cual tiene un paso de 6 años en barrica y otro tanto de guarda en botella. Los viñedos son altos y pobres bordeando al río Ebro. Su composición es la misma que en el vino anterior. A la vista presenta un color rojo rubí con reflejos teja. En nariz se pueden descubrir frutas cocidas y notas tostadas con aromas a vainilla. En boca, sus taninos son redondos y su cuerpo completa la boca, se lo puede acompañar de carnes con cocciones largas.

Sin duda, La Rioja amerita un largo recorrido por la amplia oferta de atractivos que ofrece, recorrerla es disfrutarla y obtener imágenes imborrables en nuestras retinas.
Asignatura pendiente? A no dudar en cumplirla!
Fernando Armesto es sommelier profesional bilingüe. Docente y graduado en la Escuela Argentina de Vinos (EAV) reparte su tiempo guiando catas en Inglés y Castellano en forma freelance para distintas bodegas. Ante cualquier consulta, podés contactarte con él a: fernandoarmestosommelier@sentiargentina.com
