A 25 kilómetros al oeste de la ciudad de San Miguel de Tucumán, atravesando la ciudad de Yerba Buena y recorriendo la ruta provincial 340, nos encontramos con el pintoresco cerro San Javier, un lugar de ensueño, desde el que se puede observar el Gran San Miguel de Tucumán. Al transitar el camino, se abre paso un paisaje con curvas pronunciadas, que al recorrerlas permiten apreciar la exhuberante vegetación subtropical del lugar, con helechos, nogales y lapachos.
San Javier es una villa veraniega ideal para descansar y disfrutar de numerosos atractivos. Presenta una temperatura diferente a la de la capital tucumana, entre 5 y 6 grados menos, que sumada a sus cerros y a la vegetación convierten San Javier en un lugar perfecto para la realización de diferentes actividades deportivas. Grandes competencias de Mountain Bike, se realizan en la zona. Sus circuitos con descensos por sendas de montaña, son los preferidos por los amantes del ciclismo. El Trekking, de la mano de las Ecosendas, desarrolladas por el Ente Tucumán Turismo, organismo que preside Bernardo Racedo Aragón, es una de las actividades favoritas en el cerro. La «Puerta del Cielo» inicia su ascenso desde la zona de Horco Molle (lateral izquierdo del Cerro San Javier). El recorrido atraviesa las Yungas hasta la cima del cerro, donde se divisa la vista panorámica de la Ciudad de San Miguel de Tucumán y alrededores. La geografía de San Javier también esconde un apacible paraje con la hermosa cascada de Río Noque, que se ubica en el Parque Sierra de San Javier. Es un excelente lugar para pasar el día en familia o con amigos. Allí se ubica un imponente pórtico instalado por el Ente de Turismo, que cuenta con paneles informativos que contextualizan el lugar. Las sendas se encuentran perfectamente señalizadas.
El cielo también tiene un importante protagonismo en San Javier. Con vuelos biplaza bajo modalidad libre y con un equipo preparado, se realizan vuelos en parapente durante todo el año en Loma Bola. Aquí sólo tenés que dejarte llevar y disfrutar de una de las mejores pistas de vuelo de Sudamérica. Además también podés realizar cabalgatas y otras actividades al aire libre.
Uno de los mayores atractivos con los que cuenta el cerro San Javier es, sin lugar a dudas, la escultura del Cristo Bendicente, obra del tucumano Juan Carlos Iramáin, que con una altura de 28 metros, se convirtió en la cuarta estatua más alta de un Cristo del mundo, con 1275 msnm.
Bajo la majestuosa obra, se ubica el Centro de Interpretación del Cristo Bendicente, una propuesta del Ente Tucumán Turismo, que invita a disfrutar y conocer los recursos turísticos de la región y la vida y obra del autor. El Centro cuenta con un paseo histórico por las Sierras de San Javier, Las Yungas, Villa Nougués, Ciudad Universitaria y Horco Molle junto con una línea del tiempo sobre la vida del escultor del Cristo Bendicente en paralelo a la historia argentina y mundial; la exposición de una maqueta interactiva de toda la sierra; la exhibición de “El Cristo en el mundo”: una serie de mini esculturas a escala que representan las diferentes estatuas del Cristo en las distintas locaciones internacionales, entre otros atractivos.
El Centro de Interpretación funciona todos los días de 10 a 18 h, La entrada tiene un valor de $5 para mayores y $3 para menores.
San Javier cuenta además con una excelente gastronomía y diversas opciones en hoteles, hosterías y cabañas.
Yungas, imponentes paisajes y una deslumbrante vista panorámica de la capital, son los ingredientes ideales para convertir a San Javier en uno de los destinos más visitados de la provincia. Recorriendo el cerro comprenderás unas de las razones por las que a Tucumán se lo denomina Jardín de la República.