Ayer (martes 27 diciembre) durante todo el día se realizó la Audiencia Pública para el otorgamiento de rutas en un Teatro de la Ribera blindado (doble vallado, control policial a 100 m. a la redonda y demás).

El acto tuvo muchos y variados condimentos. Además de los discursos de los ministros de Transporte, Guillermo Dietrich, y de Turismo, Gustavo Santos; y la presentación de cada compañía aérea y su pedido de rutas, varios ministros de Turismo provinciales y locales hablaron a favor de una mayor apertura de los cielos y señalaron el beneplácito por el arribo de nuevos operadores.

También hubo denuncias, amenazas veladas y el primer reflejo de una defensa corporativa del transporte en bus. No fueron pocos los que señalaron irregularidades en diversos expedientes que deberían haber impedido que esas solicitudes se trataran en Audiencia. Estas demandas podrían incluso judicializarse y hacer caer todo el proceso.

Por otra parte, los sindicatos aeronáuticos cerraron filas y fueron enfáticos en anticipar que si la entrada de nuevos operadores aéreos privados le generara perjuicios a Aerolíneas Argentinas y Austral, no dudarían en salir a defenderlas.

Y finalmente, los buses articularon su primer gesto de defensa. Entidades como la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), así como empresas como Nueva Chevallier, General Urquiza y Flecha Bus argumentaron, cada cual a su modo, que el Código Aeronáutico obliga al transporte aerocomercial a coordinar sus políticas con las otras modalidades de transporte y que, si se les da vía libre a algunos de los pedidos de la Audiencia, muchas empresas de buses quebrarían.