Por Fabiana Chércoles desde Mina Clavero.

Como nos tiene acostumbrado Córdoba, en todo el trayecto podes combinar un sin fin de atractivos. Y es así que tomando como centro de distribución a Mina Clavero, decidí enriquecer el viaje, hacia el Noroeste de Traslasierra.

Mi curiosidad de ver “Túneles” fue lo que nos motivó a elegir este recorrido. En el mundo se ven por todos lados los túneles, pero para los argentinos que vivimos en la Costa Este, un túnel es palabras mayores. Y es así que se me ocurrió dentro de lo que ofrece, llegar hasta los “Túneles” a través de la vieja ruta nacional 20, hoy RP28, de ripio. Armamos un circuito que propone ciudades, comunas, historia, paisaje y para finalizar y descansar el balneario Panaholma. Una experiencia distinta y por ello espléndida.

Salimos de Mina Clavero tempranito y nos dirigimos a Cura Brochero. Por Ruta Provincial 15, hacia el Norte. Prácticamente es una prolongación de Mina Clavero, a 3 km, digamos a unos 10 minutos… o menos quizás.

Esta ciudad en pujante crecimiento turístico, lleva el nombre de una figura impulsora del Camino de las Altas Cumbres. Pero José Gabriel del Rosario Brochero, no es solo eso, es un religioso que impulsó 500 Km. de caminos, escuelas, acequias de riego, y la Casa de Ejercicios utilizada por 70.000 personas, es decir que dedicó su vida a resolver problemas no solo espirituales sino de toda índole a los pobladores de Traslasierra.

Para los creyentes ya es Beato, hace aproximadamente 2 años y los rezos en su honor son para pedir por su canonización.

Lo que recorrimos en esta oportunidad es los edificios emblemáticos de esta ciudad pintoresca. Su plaza “Centenario”, sede de shows nocturnos y artesanos durante todo el día. En 1882, Brochero proyectó en esta zona una fuente de agua que abastecía a la villa. Por lo tanto merece que se encuentre en el centro de la plaza, la estatua de bronce del “Cura Gaucho José Gabriel Brochero”.

Al frente de ella, la majestuosa “Parroquia Nuestra Señora del Tránsito”. Construcción de estilo neogótico, con una nave central y dos naves a ambos lados. En diciembre de 1899, el Padre Brochero colocó la piedra fundamental. En cada rincón de esta iglesia hay un homenaje a este curita gaucho, que con su mula se dedicó a llevar soluciones a los confines de la Sierra. El 26 de cada mes se hace una misa para rogar por su canonización.

En la Parroquia, descansan sus restos desde 1994, en la pared lindera al Museo Brocheriano. Este Museo cuenta con 16 salas de exposición, donde muestra la vida y obra del Padre Brochero, el desarrollo del pueblo y la vida cotidiana de sus habitantes. Fue inaugurado en 1957 y años más tarde en 1974 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Aquí se permite filmar y tomar fotografías. La entrada al Museo es de $20 los mayores y $ 15 los menores.

Otro sector histórico relacionado al Cura Brochero, es la Casa donde pasó sus últimos días de vida. Si te interesas mas por este curita y deseas fortalecer tu Fe, te recomiendo participar de la “Cabalgata brocheriana”. Parte de la ciudad de Córdoba y de Mina Clavero y recorre durante cuatro días los caminos que transitaba este sacerdote. El realizaba estos viajes en mula, cruzando las Altas Cumbres. Es una experiencia muy emocionante. www.villacurabrochero.gov.ar

Camino a los túneles.

De allí seguimos al Norte, por la Ruta 15 hasta Taninga. Este trayecto nos encantó. Te cruzarás con el acceso al balneario Panaholma, que lo dejamos para el regreso. Continuando por la R.P15, a tu izquierda, comenzaras a ver lo que se llama Pampa de Pocho. Y sobre esta bella llanura, unas palmeras que sobresalen entre la vegetación, llamadas Palmeras Caranday. Son muy vistosas, y las notarás cada vez en mayor cantidad. A lo lejos sobresalen enmarcando esta imagen dos volcanes inactivos: el Poca y el Boroa, de forma cónica casi perfecta. Incluso se pueden escalar.

Todo esta belleza natural es la antesala de lo que se viene.
Llegando a Taninga, tendrás el acceso mediante una pequeña rotonda de distribución, a la RP 28 (ex Ruta Nacional 20) a tu izquierda. Está señalizada con tres carteles que dicen: “Las Palmas”, “Va. de Pocho” y “Ancani”. Esta ruta te permite llegar a la zona de los túneles, que se encuentran a unos 34 km. Es de ripio y ofrece una alternativa interesante. Para los más aventureros, a los cuales no les importa transitar caminos adversos con sus vehículos, te aseguro que vale la pena. Hay que ir despacio, pero es transitable. Hay zonas un poco más complicadas y otras mejores.

Cuenta con varios puntos panorámicos con excelentes vistas, por lo tanto iras parando, y se te hará ameno. Comencemos por decir que los Volcanes ahora se verán a la derecha del camino, y formarán lo que se llama el Complejo Volcánico del Este. Se encontrarán mas cerca los nombrados anteriormente y, se le agregan algunos otros, como el Vn Ciénaga.

Continuando por el ripio a unos 20 kilómetros se encuentra el poblado de Las Palmas; que es un caserío y se puede visitar; y regresando al camino, muy próximo hay una capilla tricentenaria, de líneas simples, bien blanca y rica en imágenes y ornamentos, entre los que se conservan, su patrona: Ntra. Señora del Rosario, un cristo tallado en madera del siglo XVII, etc. En realidad es la segunda edificación de esta iglesia porque la primera fue realizada en el año 1645. A la salida, hay artesanos que aprovechan a vender productos de los cabritos, como pequeños tapetes, realizados en cuero; o simplemente los cuernos de adorno, de los mismos.

Lo bueno de esta excursión, es que hay muchos comedores, con el servicio necesario, por ello es bueno combinar con varias actividades, porque puedes almorzar en el camino. Uno de ellos es por ejemplo “Las Aguilas”. Aquí paran varios tours de excursiones. Hay venta de salames y quesos caseros.

En todo el camino te encontrarás con pequeños caseríos y hasta un pequeño altar de piedra albergando una virgen, que nos encantó. Además de la continua presencia de las Palmeras Caranday.

A partir de este punto se emprende el camino hacia Los Túneles y la Cuesta de Chancán. Son aproximadamente 17 km de camino de cornisa. El trayecto se extiende paralelo a la profunda Quebrada de la Mermela, desde donde puede verse una cascada de 180 metros de altura. En algunas ocasiones, se contempla cóndores o jotes sobrevolando y si no los ves… igual, en todo momento las sierras y valles son impactantes.

Detiene el vehículo cuidadosamente las veces que haya un mirador, las vistas son únicas. Este sector, a tu derecha, forma parte del Parque Natural Provincial y Reserva Forestal Natural Provincial Chancaní, donde se conservan quebracho blanco, horco-quebrachos, breas, algarrobos y chañares. Entre las especies que se resguarda el pecarí de collar, es uno de los que están más en peligro; cuidado de la misma forma su entorno: el gato montés, el loro hablador, la boa de las vizcacheras, la perdiz montaraz y el carpintero negro entre otras especies.

Y llegas al punto culmine, al primer Túnel de los cinco que hay. Esta magnífica obra de ingeniería vial construida a fines de 1930, en el marco de un paisaje imponente… que más decir.

La cantidad de personas que me encontré, fue señal que no solo es sorprendente, sino que cualquier inconveniente tendrás muchos que colaboraran con la ayuda necesaria. No estarás solo. En todos los túneles hay visitantes.

Una vez en el “Mirador Artesano” del P. Chancaní, en el cuarto túnel, el paisaje es único, y para enmarcarlo te espera la foto con el burrito cordobés que es característico de toda la provincia. Desde aquí en días diáfanos, aprecias la pre-cordillera sanjuanina, y los llanos riojanos. Hay vistas a los Saltos Blancos y a todo el valle. Siguiendo llegás al último túnel… una verdadera ingeniería. Nosotros decidimos volver, pero si continuas por la RP28 hacia el Oeste, llegas a la Provincia de la Rioja, que a la altura del poblado de Chepes ya es asfaltada. Transformada en la RN141, te conecta a capital sanjuanina.

Al regreso decidimos almorzar en uno de los tantos comedores del lugar, reconocidos por los deliciosos cabritos que allí sirven, “Comedor Familiar” esta emplazado en una zona bien visible, con un hermoso panorama a las sierras y los precios son accesibles. Por ejemplo un menú fijo de dos empanadas, chivito con fritas y flan casero por $150,-

La vuelta fue serena, y parando en miradores que habíamos pasado por alto. Fue muy agradable charlar con los lugareños adorables y turistas donde compartimos la admiración del lugar… toda una aventura!

Una vez retomada la Ruta 15… asfaltada, nos dirigimos hacia el Sur a Panaholma. Según archivos históricos, en 1594, el gobernador Facundo de Zárate había dado a Diego Rodríguez de la Ruesca la zona de “Panaholva” hoy Panaholma. La leyenda da cuenta de la valentía y sacrificio de la princesa Panaholma – parece ser aymará -defendiendo a su familia y su pueblo.

Panaholma recibe la categoría de comuna en 1908, pero su origen data de 1700. Fuimos a la plaza principal donde encontramos el centro de informes y pudimos observar la Iglesia Centenaria de Nuestra Señora del Rosario, bendecida el 4 de octubre de 1908. Es una de las capillas visitadas por el desarrollo de turismo de la fe. Como muchas de la zona, es construida por iniciativa del Cura Brochero, simple de material cocido, con techo con tirantes de madera y tejuelas. Tiene forma de cruz latina, pero con una sola nave principal. Su frente presenta tres arcadas conformando un pórtico. El pequeño campanario en el frente superior remata con un cupulín con su cruz.

Abandonamos un poco la historia, para dedicarnos al balneario de Panaholma, tras un día intenso de calor. Esta comuna surcada de Norte a Sur por el río Panaholma, cuenta con extensiones de playas para toda la familia. Acompaña este balneario la cordialidad de sus pobladores que ofrecen productos y servicios como comedores, recreos, proveedores de parrillas, sillas, y todo lo necesario para instalarte y descansar en este balneario, disfrutando de la tarde con un mate con “el verdadero pan casero cordobés. Aquí la tranquilidad prevalece y le podrás dedicar el tiempo que se merece el lugar.

De regreso, a 20 km. hacia el sur, nos espera nuestro hospedaje en Mina Clavero, para descansar de un día intenso.

LINK’s RELACIONADOS
* Mina Clavero, Portal del Valle de Traslasierra
* Mina Clavero es Traslasierra
* Altamente recomendable, el único avistador y protector de cóndores en el Valle de Traslasierra
* Mina Clavero hacia el Sur: Nono, Las Calles y Las Rabonas
* Museo Rocsen, lugar que transmite pasión o tan solo interés, pero nunca indiferencia
* Mina Clavero: Prepará el mate que te cuento los datos

Fotos: Ricardo Seronero/sentiargentina.com